FILOSOFIA - La filosofía en el siglo XX
El siglo XIX fue un siglo histórico. Sus manifestaciones postreras lo confirman claramente. Con
el advenimiento del siglo XX va cambiando la situación de la filosofía. Las restringidas
problemáticas y posiciones se superan en todas direcciones. Como dice H. Heimsoeth, los
rendimientos filosóficos del pasado aparecen bajo otra luz. Nuevos problemas suscitados por los
cambios culturales de la época atraen la atención de los pensadores. La penosa delimitación de
fronteras de estudio entre ciencia y vida práctica pasa a segundo plano como la apreciación
rigurosa de las construcciones armónicas de carácter sistemático. Voluntad de problema y
energía de ensayo inquisitivo, no seguridad metódica ni construcción unitaria y conclusa,
caracterizan el nuevo estilo de filosofar. La filosofía se siente, con creciente conciencia de la
grandeza extraordinaria y la inagotable fecundidad de los rendimientos clásicos de su pasado y
no obstante sus divergencias en el presente, ahora, más al principio que al fin: la problemática
de ser y existir ha profundizado nuevamente en su meditación.
La autocomprensión de este "presente actual" del siglo XX supera la conciencia de los propios
impulsos y orígenes. Se remonta más allá de la "vuelta del siglo" y subraya las producciones
filosóficas de los últimos años del siglo XIX en su peculiar grandeza y su vitalidad futura. De
este modo, por ejemplo, se ha puesto a la orden del día, en Alemania, la sabiduría profética de
un Federico Nietzsche o la comprensión de las intenciones filosóficas de un Guillermo Dilthey
(y, con ello, la conciencia de los problemas actuales por ellos planteados), hasta después de
algunos decenios de la muerte de estos pensadores. El nuevo presente se dilata y se ahonda.
Que al partir de la cambiante situación de la vida y de los mudables problemas, descubre
nuevas rutas y maneras de valoración para penetrar el pasado; que la creciente investigación,
ininterrumpida desde el siglo XIX, de la Historia de la Filosofía, al apartarse con energía de la
reproducción retrospectiva de sistemas clásicos, así como de la descripción filosófica de textos y
opiniones, hace que la Historia de la Filosofía de hoy se encuentre indisolublemente unida a la
conciencia de los nuevos problemas, es algo indiscutible. Y esto, también, pertenece a la imagen
de la filosofía actual.
En esta filosofía pueden distinguirse siete tendencias fundamentales, que, en parte, luchan y se
integran entre sí:
El neoempirismo
El idealismo kantiano y hegeliano
La filosofía de la vida
El pragmatismo
La fenomenología
La nueva metafísica
La filosofía de la existencia.