FILOSOFIA - La filosofía en el siglo XX
LA FILOSOFIA DE LA EXISTENCIA
EXISTENCIA COTIDIANA TRIVIAL. EL HOMBRE PERDIDO EN EL MUNDO. - El hombre
existe en el mundo. Vivir es hallarse en el Universo, encontrarse envuelto por multitud de cosas
y circunstancias. De ordinario el hombre decide sus actos sin crítica de ningún género: acepta lo
que todo el mundo hace. Tal manera de ser es la existencia cotidiana o trivial. En ella el hombre
se despersonaliza, no obra conforme a las auténticas posibilidades de su ser, sino a tenor de los
dictados de todo el mundo. Camina por su existencia impulsado por los estímulos de un querer
y obrar impersonales. No sabe a dónde va ni de dónde viene; se halla extraviado; se halla
perdido en el mundo. En la existencia trivial el hombre obedece usos y costumbres, vive de la
vida de todos, hace lo que todos hacen, ama y odia, como todos aman y odian. Diversos
nombres ha recibido ese ser impersonal que prescribe la forma de vida de la existencia cotidiana.
Heidegger lo llama el man (todo el mundo); Kierkegaard, la masa; Jaspers, la multitud anónima.
Sartre, el on. La existencia trivial convierte al hombre en un ser gregario, que sucumbe cada vez
más a los dictados de una multitud perdida en los hábitos sociales exentos de crítica. La
existencia trivial es una existencia agitada, pero superficial, una forma de vida inauténtica en la
cual cada hombre es igual a otro, y ninguno es en sí mismo. La existencia trivial es la huida del
hombre de su propio valer y ser: la ausencia de responsabilidad, ya que el hombre que así vive,
descarga su responsabilidad en ese ser anónimo que todo prescribe y que ya alguien designó,
asimismo, con el epíteto del honorable Ninguno.