FILOSOFIA - La filosofía del Renacimiento
LAS DOS ETAPAS EN LA FILOSOFIA DEL RENACIMIENTO
El renacimiento de la investigación pura, es el verdadero sentido del "renacimiento" científico, y
en él reside también la congenialidad con el pensar griego que, para su evolución, es decisivo.
La subordinación a objetivos de la vida práctica, ética y religiosa, que había sido el caso en toda
la filosofía de la época helenísticorromana y de la Edad Media, decrece más al iniciarse los
Tiempos Modernos, y el conocimiento de lo real aparece de nuevo como objeto privativo de la
investigación científica. Pero así como en los orígenes del pensamiento griego, proyéctase este
impulso teorético, esencialmente, a la ciencia natural. Por mucho que el espíritu moderno,
heredero de las adquisiciones de la postrera Antigüedad y de la Edad Media, aparezca frente al
hombre antiguo, desde un principio, con más íntima autoconciencia e inserto en las
profundidades de su ser, su primera manifestación autónoma intelectual ha sido, sin embargo,
el retorno a una concepción de la naturaleza, no influída por intereses de otra índole; hacia allí
marcha toda la filosofía del Renacimiento, y en esta ruta ha logrado sus triunfos mejores.
Con el sentimiento de tal afinidad, desde luego echa mano el espíritu moderno, en su
apasionada búsqueda de lo nuevo, de las tradiciones antiguas. Ansiosamente acoge lo que se
conocía de la antigua filosofía, gracias a la corriente humanística, y en rudo antagonismo con la
tradición medieval, fueron renovándose los sistemas del pensamiento griego. Mas este retorno a
la Antigüedad se presenta en el curso cabal de la historia sólo a manera de instintiva
preparación para la tarea peculiar del espíritu moderno, que acabó por tonificarse con fuerza
juvenil en este baño castálico. Familiarizándose con el mundo conceptual griego, adquirió la
aptitud para señorear intelectivamente su propia y rica vida externa, y así pertrechado, impulsa
a la ciencia, con sobrada energía, del mundo de la intimidad a la investigación de la naturaleza,
para abrir en ella nuevas y más dilatadas rutas.
La historia de la filosofía renacentista es, en lo esencial, esta pausada faena de la concepción
científiconatural del mundo, partiendo de la renovación humanística de la ciencia griega; se
fracciona, por tanto, de acuerdo con ello, en
dos períodos: uno humanístico y otro
científiconatural. Como línea divisoria entre ambos puede verse el año 1600. El primero de ellos
abarca la lucha de la tradición de la genuina cultura griega con la tradición medieval;
sobresaturados de intereses históricoculturales y de actividad literaria, exhiben estos dos siglos,
desde un punto de vista filosófico, sólo aquél desplazamiento de ideas precedentes por obra del
cual se han preparado las Huevas: el segundo período abraza el desarrollo de la moderna
ciencia natural y, en su séquito, los grandes sistemas metafísicos del siglo xvii;
Ambas épocas forman un todo en inseparable pertenencia. Pues el motivo que late íntimamente
en el movimiento filosófico del humanismo es el mismo impulso de un conocimiento del mundo,
radicalmente nuevo, que a la postre se realiza gracias a la fundamentación y creación teorética
de la ciencia natural: pero la manera como esto ocurre y las formas conceptuales en que se lleva
a efecto, son tributarias, en lo esencial, de los estímulos que provienen de la recepción de la
filosofía griega. La moderna ciencia natural es la hija del humanismo.