FILOSOFIA - La filosofía del Iluminismo
LEIBNIZ Y EL ILUMINISMO EN ALEMANIA
LOGICA Y TEORIA DEL CONOCIMIENTO. Leibniz trata de hacer caber la lógica dentro de
la matemática, bien que haciendo de esta última una ciencia universal (mathesis universalis) de
todos los conocimientos. Por otra parte, la lógica constaría de operaciones de cálculo (cálculo
lógico), conforme al modelo del álgebra. Esta reducción de la lógica a la matemática es la
logística.
La ciencia universal ha de ser, dice Leibniz, un "alfabeto de conceptos", es decir, una serie de los
conceptos fundamentales del saber humano, mediante cuya combinación (ars combinatoria)
sería posible obtener los conceptos de todos los objetos. De esta suerte cree Leibniz que podrá
llegarse a una lengua universal comparable al lenguaje de nuestras fórmulas químicas, y capaz
de reemplazar a las lenguas vivas. "En esa aspiración se presupone tácitamente como cosa
natural la posibilidad de dar una solución terminante y definitiva a los problemas de la ciencia,
suposición característica del siglo XVIII, del Racionalismo, y que es la base de la torre de Babel
científica, que los enciclopedistas franceses pretenden levantar". (Von Aster).
Los conocimientos humanos son de dos clases: verdades de razón y verdades de hecho. Las
primeras son necesarias, las segundas, contingentes. Las primeras son los conocimientos
matemáticos y lógicos; las segundas, los de la experiencia física y los históricos.
Los términos cartesianos "innato" y "adquirido" son llamados a priori y a posteriori. Un
conocimiento a posteriori es el conocimiento recibido por la experiencia (que es la forma que
tienen de constituirse las verdades de hechos). Con la denominación de a priori designa lo que
está virtualmente en el espíritu, y susceptible de desarrollarse en la conciencia.
Lo a priori es, por lo tanto, lo que es independiente de la experiencia. Leibniz propone añadir al
principio que el empirismo aristotélico mantenía: Nihil est in intellectu, quod non prius fuerit in
sensu (nada hay en el intelecto que primero no haya estado en los sentidos), la idea: nisi
intellectus ipse (excepto el intelecto mismo).
El ideal del conocimiento es la verdad necesaria, la verdad de razón, a priori; de ahí que la
lógica y las matemáticas sean ciencias que dan conocimientos de este tipo y constituyen las
normas para interpretar la realidad.
Entre los conceptos no existe una oposición radical. Reposo y movimiento, por ejemplo, pueden
ser avenidos, gracias al concepto de velocidad. El reposo puede ser considerado como un
movimiento de velocidad infinitamente pequeña, por ende, diverso de éste sólo en manera
relativa. En otros términos, el concepto de continuidad hace posible la relación lógica de las
ideas; continuidad, por otra parte, que también se produce en la naturaleza. "La naturaleza no
procede por saltos, sino por grados insensibles". Partiendo de estas ideas llega Leibniz a
inventar, nada menos, que el cálculo infinitesimal.