Textos    |    Libros Gratis    |    Recetas

 

.
FILOSOFIA - La filosofía en Hispanoamérica
LA RECEPCION DEL ILUMINISMO EUROPEO
La modernización de los estudios se manifiesta, además, por otra vía. Esto ocurre en vínculo
inseparable con la propaganda en favor de la independencia política, en México, cuyo ejemplo
fue seguido casi inmediatamente por otros países de habla española.
Francia era en el siglo XVIII la atracción cultural del mundo. En toda América se acentúa la
circulación de la literatura política francesa. La Inquisición da cuenta y razón de que en México
existen y son leídos libros heréticos provenientes de Francia, que subvierten las instituciones
consagradas por la tradición. Se mencionan entre otros: Historia de Francia, de Mazeray, "que
contiene apreciaciones injuriosas a la verdadera religión"; algunas obras de Rousseau; Metafísica,
de Condillac; las obras de Voltaire, que habían sido prohibidas por un Edicto (mayo de 1763);
Pensamientos Filosóficos, de Diderot, obra prohibida en 1766, en virtud de que en ella aparecen
"proposiciones que llevan al ateísmo, materialismo, libertinaje y ruina de las buenas costumbres,
con desprecio de toda autoridad divina y humana"; Miscelánea de Literatura, de Historia y de
Filosofía, de D'Alembert; Derecho Público de Europa, del abate Mably; Espíritu de la
Enciclopedia y Las Costumbres, de Vicente Toussaint; las Ruinas o Meditaciones sobre las
Revoluciones de los Imperios, de Volney; Elementos de las Ciencias, de Lemaux; Sistemas de la
Naturaleza, de Mirabeau; Geometría,
Meditaciones Filosóficas y Meditaciones de Prima
Philosophia (1789), de Descartes; Lógica (1796), de Condillac; Cartas Persas (1772), de
Montesquieu; Tablas de las Colonias Inglesas en la América Septentrional (1779), de Raynal;
Historia del Príncipe de l'arma (1785), de Condillac.
fue así cómo, a principios del siglo XIX, el distinguido D. Pablo Moreno pudo dar ya las
primeras clases de Filosofía libre que hubo en México y consumar una revolución en el ánimo
de D. Andrés Quintana Roo, D. Lorenzo de Zavala y otros de sus discípulos; fue así también
como llegó a ser posible que en el Ayuntamiento de la capital del virreinato, en 1808, en plena
sociedad colonial, se elevara D. Francisco Flores Verdad al concepto de gobierno democrático
para la Nueva España y lo proclamara ante los asombrados gobernantes.