ECONOMIA POLITICA - Las necesidades de la vida humana
BIENES QUE SATISFACEN NUESTRAS NECESIDADES Y EN QUE CONSISTE LA
RIQUEZA
La riqueza nos permite la satisfacción de nuestras necesidades. Pero, lo mismo que nos
interesan cierta clase de necesidades, a saber: aquellas que están más íntimamente ligadas
con el bienestar material, también debemos determinar a qué clase de riqueza se refiere la
Economía. No indudablemente a las riquezas naturales, que como el aire, el agua, la luz,
etc., han sido otorgadas al hombre a título gratuito, sino a aquellas que son susceptibles de
constituir una propiedad privada o particular del individuo y que siendo necesarias, es
decir, deseadas, no existen en cantidades tales como para satisfacer a todos.
La riqueza así entendida, está constituida por bienes económicos aptos para satisfacer
nuestras necesidades. Esta aptitud de los bienes se denomina utilidad. El hombre pone en
marcha el prodigioso mecanismo de la producción, a fin de aumentar en toda forma la
cantidad de bienes económicos y lograr una mayor satisfacción de todas sus necesidades.
Cuando se habla de la riqueza de un hombre simplemente, dice Marshall, debe
considerarse que ésta se compone de dos clases de bienes. En primer lugar figuran aquellos
bienes materiales sobre los cuales tiene derechos de propiedad y que son por consiguiente
transferibles y cambiables. Estos no sólo comprenden los terrenos, casas, maquinarias y
demás cosas muebles que puedan pertenecerle, sino también acciones de sociedades
anónimas, bonos, hipotecas y otras obligaciones que pueda tener en su poder, y por las
cuales otras personas se obliguen a pagarle dinero o a entregarle bienes. Por otra parte, las
deudas que tiene para con otros deben ser consideradas como riqueza negativa y restada
de sus haberes para poder determinar su verdadera riqueza neta.
En segundo lugar figuran aquellos bienes inmateriales que le pertenecen, le son externos, y
sirven directamente como medios que le permiten adquirir bienes materiales. Quedan,
pues, excluidas todas sus cualidades y facultades personales, aun las que le capaciten para
ganar su subsistencia, por ser internas. En cambio, quedan incluidas sus relaciones
mercantiles y profesionales, la organización de su negocio, etc.
Este empleo de la palabra riqueza está en armonía con los usos de la vida diaria, y al
mismo tiempo comprende exclusivamente aquellos bienes que figuran dentro del radio de
la ciencia económica, toda vez que incluye todas aquellas cosas externas al hombre, que,
primero, le pertenecen y no pertenecen igualmente a sus vecinos y por consiguiente son
especialmente suyas, y que, segundo, son directamente susceptibles de ser medidas en
dinero, medida que representa, por una parte, los esfuerzos y sacrificios que se han
requerido para producirlos, y, por otra, las necesidades que satisfacen.
