DIBUJO DE FIGURA - Nociones acerca de la anatomía y proporciones del cuerpo humano
LOS MUSCULOS
Acerca de los músculos diremos algunas cosas que consideramos fundamentales para el
estudio de las formas de una manera razonada. Todo el revestimiento del esqueleto lo hacen
los músculos estriados llamados también voluntarios, porque responden a la voluntad del
hombre. Se diferencian de los involuntarios, que componen los órganos interiores y que son
lisos, vale decir, que no tienen fibras musculares para accionar voluntariamente; su función
específica es otra. Nosotros nos ocuparemos en forma somera de los músculos voluntarios,
porque ellos son los que nos ofrecen los distintos aspectos de la forma humana exteriormente
vista.
MUSCULOS DE LA CABEZA
En los músculos estriados o voluntarios de la cabeza distinguiremos dos categorías, en razón
de que en el rostro especialmente es donde se manifiestan los distintos estados emotivos
individuales. Por eso alrededor de los órganos de los sentidos están ubicados los músculos
mímicos, los cuales denotan distintas expresiones; así, por ejemplo, el músculo frontal
cuando está contraído por un estímulo externo expresa la atención, el asombro, etc. El
cigomático mayor expresa los estados de alegría, risa, etc., etc., al levantar la comisura de los
labios acercándolos a los pómulos; el cigomático menor expresa, en cambio, todo lo contrario,
pues su misión es la de expresar los estados de tristeza y el llanto.
En torno a los ojos se encuentran los músculos orbiculares, que expresan con sus fibras
superiores la meditación, reflexión, etc., y con las fibras inferiores, la sonrisa (como se hace
bien notable en el rostro de la Gioconda, de Leonardo da Vinci): los músculos que componen
la boca expresan el silbido, el beso, etc. En la cara, además de estos y otros músculos más de
los llamados mímicos, están los llamados masticadores, cuya virtud esencial es la de mover el
maxilar inferior apretándolo contra el superior cuando estamos masticando alimentos.
Téngase presente que la boca se cierra fuertemente para masticar, pero antes se abre para
recibir los alimentos; en este caso veremos que la boca se abre por
la acción de pequeños
músculos que se hallan en el cuello, los cuales son antagonistas de los masticadores, que
están colocados en las partes laterales del maxilar inferior y sobre el hueso temporal. Por
estas razones vemos que en la sien se producen ciertos movimientos al hablar o masticar; en
el cuello aparecen los músculos superficiales que por la parte anterior cubren a la laringe y en
la posterior a las vértebras cervicales; los músculos de la región anterior cuando accionan
juntos mueven la cabeza haciéndola bajar por el movimiento de flexión que le imprimen; en
cambio, si actúan de un solo lado, al contraerse hacen girar la cabeza hacia el lado opuesto, de
suerte que si se contrae el músculo superficial del lado izquierdo, la cabeza gira hacia el lado
derecho y viceversa. Cuando se contraen los músculos de la región de la nuca, éstos hacen
volcar la cabeza hacia atrás simultáneamente al acto de realizar el movimiento de extensión
de la misma.
MUSCULOS DEL TRONCO
En el tronco aparecen los músculos de mayor amplitud, ellos cubren la caja torácica al mismo
tiempo que están dispuestos de una manera conveniente para hacer mover los brazos hacia
adelante cuando se contraen los pectorales, o bien hacia atrás cuando están contraídos los
músculos dorsales. En el vientre se encuentra superficialmente un músculo abdominal que
hace flexionar el tronco, y en el dorso se hallan a cada lado de la columna vertebral largos
músculos que mantienen erguido el tronco. En todos los casos vemos que el cuerpo humano
puede realizar movimientos completos merced a la disposición de los músculos, pues vemos
que los de la región anterior son antagonistas de los que se encuentran en la región posterior
y viceversa; esta ley de la Naturaleza dispone que una región reúna a los músculos flexores, y
otra a los extensores; con ello está asegurado el movimiento completo, tanto de la cabeza
como asimismo del cuello, el tronco, los miembros inferiores y miembros superiores.
MUSCULOS DE LOS MIEMBROS INFERIORES
La pelvis, el muslo, la pierna y el pie están cubiertos por numerosos músculos que les
imprimen acción al mismo tiempo que les dan forma exteriormente. En la región posterior de
la pelvis se encuentran los músculos más voluminosos del cuerpo humano; su desarrollo es
muy marcado, pues gracias a la presencia de los fuertes glúteos el hombre, genéricamente
hablando, puede mantenerse verticalmente y ser un animal bípedo.
Los músculos del muslo están dispuestos de suerte que al contraerse los de la región anterior
producen la extensión de la pierna, como en el caso de dar el puntapié, y los músculos
posteriores se contraen, en cambio, y flexionan la pierna doblándola contra el muslo.
En la pierna se hallan luego los músculos que actúan sobre el pie, los de adelante doblan el
pie sobre la pierna mientras que los de atrás levantan el talón y permiten al modelo ponerse
de puntillas.
Los músculos del pie son muy numerosos y están casi en su totalidad en la región plantar,
pues sólo uno de ellos, propiamente del pie, se halla en el dorso; los demás están en la planta.
La disposición de los músculos de los miembros inferiores permite al modelo realizar las
poses más variadas, cuyo mecanismo conviene conocer, por ejemplo: cuando el modelo tiene
una pose en que le vemos apoyarse de un solo lado, suponiendo que sea la pierna derecha la
que soporta el peso de todo el cuerpo, sus músculos estarán contraídos del mismo lado,
mientras que la pierna izquierda estará suavemente flexionada y en descanso; compensando
este movimiento veremos que la pelvis se levanta mucho más del lado que soporta; en
cambio, por una ley de equilibrio, el cuerpo realiza un movimiento compensatorio y vemos
que los hombros bajan precisamente del lado en que la pelvis sube; recuérdese que solamente
son paralelas las líneas de los hombros y la pelvis en los casos en que el modelo vivo se apoya
sobre las dos piernas distribuyendo por igual el peso del cuerpo.
MUSCULOS DE LOS MIEMBROS SUPERIORES
Los músculos del hombro, del brazo, del antebrazo y la mano guardan cierta relación con los
de los miembros inferiores. En el hombro están los músculos que cubren al omóplato; forman
el muñón del hombro y accionan sobre el resto del miembro superior; en el brazo se
encuentran por delante los músculos flexores, entre ellos el muy conocido bíceps; por detrás
están los extensores del antebrazo; observemos que aquí los movimientos se realizan en
sentido inverso del qué hemos estudiado para las piernas, puesto que en ellas la extensión
está adelante y en el brazo, en cambio, está atrás. En el antebrazo están ubicados los músculos
que actúan sobre la mano al mismo tiempo que sobre él; de suerte entonces que accionando
los de la parte anterior permiten doblar la mano; los músculos de ésta se hallan en su casi
totalidad en la palma, porque es con ella que realizamos los movimientos más fuertes,
mientras que en el dorso de la mano están solamente aquellos que sirven para abrirla, lo cual
no requiere ningún esfuerzo. De allí, entonces, que tanto la planta del pie como la palma de la
mano reúnan en sí mismos la casi totalidad de los músculos que posee la región en cada caso.