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DECORACION DE INTERIORES - Los estilos
¿PUEDEN COMBINARSE LOS ESTILOS?
Cuando los muebles de una casa se compran a la vez, o corresponden todos a una misma
época, es relativamente sencillo decorar un cuarto, pues es fácil darle carácter cuando las
referencias concuerdan con una sola época. De acuerdo con el estilo elegido, la habitación
será un cuarto simple o suntuoso, alegre o pesado, elegante o severo, sencillo o recargado.
Pero no es tan fácil realizar combinaciones de estilos de diferentes épocas para lograr un
conjunto elegante y a la vez cómodo.
Dos períodos de diferentes países y aun de diferentes épocas, pero que tienen similitud por
el movimiento que les diera origen, pueden combinarse: por ejemplo, es posible combinar el
provenzal francés con el simple y rústico estilo inglés de "los Peregrinos". En un comedor,
una mesa Early American y un aparador provenzal francés con sillas de uno u otro estilo
crean un medio agradable y bien armonizado.
El secreto de combinar diferentes períodos es prestar atención al tamaño y a la apariencia
general, tratando que estén de acuerdo. No se infringen así las leyes del buen gusto. El estilo
Tudor no combina, por ejemplo, con el Georgian del siglo XVIII, porque la construcción del
primero de ellos, de roble y terciopelo pesados, no se complementa con los finos graneados y
las superficies pulidas de la caoba del segundo imperio.
Si se quiere realizar una decoración simple, no debe elegirse el estilo Georgian, que necesita
accesorios de inmejorable calidad.
Cuando dos estilos no tienen nada en común, por pertenecer a épocas cuyos espíritus no
concuerdan, no pueden combinarse sus muebles. Por ejemplo, no se amalgaman las
combinaciones de muebles modernos con el Jacobino, pues no tienen nada en común. En
cambio, es más fácil realizar una combinación de muebles que pertenecen a dos períodos
sucesivos. Por ejemplo, el Tudor y el Jacobino, pues el cambio de un período a otro no es tan
notable generalmente. En el moblaje Jacobino encontramos algo de las características del
Tudor, aunque el primero es menos pretencioso.
Otros estilos que hacen una buena combinación son el Luis XVI y el Adam, ya que ambos
tienen bastante en común.
Para quienes prefieren el romance y la alegría de la corte francesa es posible aconsejar los
estilos Luis XV y Luis XVI, que son más pequeños y graciosos que el Luis XIV,
absolutamente real y palaciego. Esta combinación de estilos de épocas sucesivas se adapta
especialmente para alcobas de colores suaves en las que abundan las sedas y la gracia. El
estilo Reina Ana que precedió e influenció al Chippendale y que sucedió al Mary y Williams,
combina con ellos.
El estilo Early Victorian se adapta al Georgian, ya que sucedió a éste y tiene mucha similitud
en sus formas.
Para establecer una mayor similitud entre los estilos que se están combinando es necesario
que los accesorios estén de acuerdo con ellos.
El moblaje Early American o su combinación con el provenzal requieren la combinación de
accesorios de la simplicidad del peltre, el cobre, el hierro forjado: en cambio, un estilo más
rico como el Georgian necesita la compañía de la plata, el bronce y las porcelanas finas.
Cuando se trata de combinar maderas, hay que tener presente que las de un color semejante
combinan con mayor facilidad. Por ejemplo, el roble y el nogal pueden aparecer juntos por
su tono castaño. Si la caoba es algo castaña, combinará bien con el nogal, pero jamás con el
roble.
En nuestros días el arte del mueble ha introducido una muy hermosa innovación al volver
hacia el pasado, para traer muebles de estilos clásicos de los cuales ofrece versiones
modernizadas. Es decir, simplifica muchos detalles que pueden dar pesadez al conjunto,
pero conserva la línea y el movimiento, a la vez que introduce detalles de color y de líneas
cuya frescura contribuye de modo verdaderamente hermoso a realzar la modernización.
Con estos estilos de muebles clásicos traducidos a la claridad y sencillez de nuestros días,
combinan numerosos accesorios de la época a que pertenecen los muebles modernizados, ya
sean lámparas, espejos, pequeños muebles, etc.
Un buen ejemplo de esta modernización de estilos lo dan los estilos Happlewhite y casi
todos los franceses posteriores al Luis XV.
Conjunto que se destaca por su extraordinario buen gusto y por su significado —acento de
un nuevo orden clásico—, lo ofrece un rincón de vestíbulo, en el que puede verse un sofá de
líneas francesas estilizadas tapizado en color amarillo vivo. Dos lámparas de pie blanco y
pantalla amarilla a ambos lados terminan el equilibrado conjunto, en el que se armonizan
líneas clásicas de estilo romano. Sobre el sofá y en la pared de color marfil gris muy clara, un
espejo veneciano de hermosísimo marco azul y negro y dos pequeños espejos antiguos de
pequeño marco oro viejo, contrastan admirablemente con el amarillo del sofá.
Sobre el moblaje llamado moderno, de líneas completamente rectas, dijimos que es
difícilmente combinable. Se adapta especialmente a los departamentos modernos y de líneas
igualmente simples. El movimiento y los efectos de luz y sombra pueden lograrse sobre la
base de maderas y lámparas combinadas con gusto.
Aun podemos agregar que los ambientes modernos se enriquecen con el nuevo estilo citado
en el párrafo anterior en el que nos referimos a un nuevo orden clásico.