DECORACION DE INTERIORES - El arte en la casa
LA FLOR: GRAN MOTIVO DECORATIVO
Como elemento vivo, la flor y las plantas se han incorporado a la decoración por propio
derecho. Las frutas suelen hacer también algunas incursiones por los interiores; sobre todo
en los de estilo sencillo, como el provenzal, constituyen grupos ornamentales.
En uno de los apartados de esta obra se publica la fotografía de un comedor, en el que se ha
hecho un arreglo de mesa con verduras y hortalizas, convenientemente lustradas con un
poco de aceite y formando composiciones de hermosas líneas y colores.
Ello habla de la realidad de estos elementos vivos como medios de decoración.
Las plantas vivas se utilizan también frecuentemente para dar color y frescura al vestíbulo o
living. Hay plantas especiales para interiores, cuyas hojas toman hermosos colores, que van
desde el verde amarillo hasta el rojo, después de pasar por todos los tonos del rosa. Otras
mantienen un tono verde oscuro, que armoniza muy bien con los muebles ingleses y
americanos del Norte, sobre fondos claros.
Pero lo realmente esencial, dentro de la decoración con estos motivos vivos, es el empleo de
las flores.
Es particularmente importante la formación del ramo. Su tamaño ha de estar condicionado
por el lugar a que está destinado. Las combinaciones de color son por naturaleza hermosas y
sus armonizaciones quedan libradas al gusto del decorador. Pero puede hacerse combinar el
color general del ramo con los muebles y el conjunto del cuarto.
Hay formas especiales de arreglos florales inspiradas en el arte floral japonés, simplificado y
adaptado al estilo moderno, que son verdaderas creaciones artísticas. Para realizar estos
agrupamientos de flores y ramas es necesario un soporte especial de plomo con agujas en las
cuales se fijan los tallos de las flores elegidas. El equilibrio, la forma y la altura de las ramas,
cuyo número es generalmente reducido, está determinado por leyes de proporción fijas, que
encierran profundos significados.
Pero sin llegar a este refinamiento, en el arte de colocar las flores, un buen ramo da color y
alegría a un ambiente. Sobre el alféizar de una ventana o contra una pared de cristal, las
flores dejan entrar una luz hermoseada por sus colores y combinaciones.
Sobre una mesa alargada, crean una equilibrada composición, si se las coloca en uno de los
extremos balanceándolas con otro elemento decorativo.
Cuando se coloca un ramo sobre un mueble hay que cuidar la proporción entre el ramo y el
mueble. Un vaso con flores cuya línea sobresale exageradamente de las líneas del mueble es
desproporcionado; un ramo diminuto tampoco armoniza con un mueble de gran tamaño.
En pocas palabras, diremos que la flor tiene voz propia en todos los ambientes y estilos, y
que sólo habremos de cuidar su armonía para conseguir la contribución de sus formas y
líneas a nuestro propósito de introducir un elemento bello en nuestro hogar.
LA FLOR, NOTA DE VIDA. Unas cuantas flores bien distribuidas alegran la casa.