DECORACION DE INTERIORES - El arte en la casa
LA CHIMENEA, CORAZON DEL HOGAR
Su sola evocación, la multitud de escenas vividas e imaginadas alrededor de la estufa, las
horas tibias que su representación evoca, las leyendas que se tejen a su vera en las noches de
invierno y las que la circundan en una ronda de recuerdos infantiles, dan a la chimenea una
definitiva personalidad.
Es el lugar de la casa que centraliza con su sola presencia muchas horas de la vida, es el
punto real en que se enlazan el presente con el pasado, es el lugar donde el tiempo espera
para hacerse calmo, reposado, dulce.
Tan vigorosa es esta realidad de las chimeneas, que han sido siempre requeridas por el
decorador cuando se trata (le hacer íntima una atmósfera, cuya frialdad siempre se entibia
con la sola presencia de la chimenea.
Por eso aparecen chimeneas decorando ambientes en regiones cuyo clima no las hace
indispensables. Pareciera que el hombre necesita evocar la misteriosa realidad del fuego,
para sentir que está creando un hogar.
Las habitaciones que poseen chimenea resuelven por este solo hecho muchos problemas
decorativos. Ante todo, cuentan desde el principio con un punto equilibrador y centralizador
de las masas, de los ritmos y de los movimientos. Pues la colocación de la chimenea es
siempre estudiada cuidadosamente por los arquitectos en función de su importancia dentro
del ambiente general de la casa.
Su estilo, en armonía con el cuarto, determinará, como ya lo hemos indicado al referirnos a la
arquitectura de la habitación, el estilo que ha de emplearse en los muebles del lugar.
La chimenea posee en su parte superior un espacio cuya decoración se presta a creaciones
que pueden ser realmente hermosas.
Un cuadro, un espejo, un viejo mapa, el antiguo y cuidadoso diseño de un navío, unos vasos
de porcelana antigua o un reloj, las copas de premios obtenidos en diversos certámenes, una
talla en madera, todo aquello que está más cerca del afecto del dueño de casa puede tener un
lugar destacado en la repisa de la chimenea, coronando la vida interior de las llamas que
invitan a recogidos instantes de quietud.
La decoración moderna no ha desdeñado su presencia, muy por el contrario ha utilizado
cuidadosamente la arquitectura propia de la chimenea para dar carácter a ciertos interiores,
que de otro modo hubieran resultado demasiado fríos o desprovistos de elementos vivos.
Los más diversos materiales pueden emplearse en su decoración, desde la piedra al espejo, y
desde la madera al mármol, pasando por todos los estilos y todas las épocas, porque los
diversos ropajes con que se la viste no son sino la forma exterior con que se guarda el rincón
vívido del fuego que mantiene por los años encendida la dulce realidad del hogar.
