BANCO Y MONEDA - El régimen del papel moneda inconvertible
Cuando
un país abandona el patrón oro, no puede transformarse más la moneda local en
oro, que desde ese momento tiene el carácter de papel moneda inconvertible.
Para que este signo monetario pueda circular, es necesario que exista un cierto hábito en la
población respecto a su uso, como ha sucedido en buena parte de los países de Europa desde
el siglo XVIII.
Recordemos que en un principio, los bancos entregaban unos certificados de depósito del
oro que guardaban en sus arcas y que eran símbolos representativos de la buena fe del
banquero, porque en cualquier momento su poseedor podía solicitar su conversión en
metálico. Tal práctica resultaba beneficiosa para los mercaderes y personas que debían
recorrer con frecuencia los distintos mercados de Europa.
Con el correr del tiempo, el billete de banco desplazó a la moneda metálica, por la mayor
facilidad en su manejo y la variedad de sus importes, que requieren sólo una modificación
en el color y tamaño de la impresión.
Ya hemos visto anteriormente que la importancia del billete en la circulación monetaria
difiere según las costumbres y hábitos de cada colectividad y que su uso se encuentra muy
arraigado en los países europeos y de América latina.
En Francia, por ejemplo, donde el depósito bancario no está muy desarrollado, se estima que
el billete representa los 2/3 del total de medios de pago del país.
Se observa una tendencia estacional del billete en los períodos de recolección de las
cosechas. En los países de habla inglesa aumenta el medio circulante en Navidad y Año
Nuevo, por las compras que hace el público en los grandes almacenes y tiendas que exigen
un mayor volumen de numerario para efectuar esos pagos.