BANCO Y MONEDA - La experiencia monetaria entre las dos guerras mundiales
EL PROBLEMA DE LA LIBRA ESTERLINA
Por el contrario, Inglaterra, por una razón de amor propio vinculado al deseo de mantener la
preponderancia mundial del mercado monetario inglés, pugnó por volver a la par metálica
del año 1914, no obstante que sus precios y costos de producción habían crecido sobre
manera
durante la guerra y no se había producido un verdadero reajuste que permitiera
mantener los mercados de exportación una vez que la libra esterlina volviera a la par.
Cuando la libra esterlina retornó a la par metálica en el año 1925, se observó que muchas de
sus exportaciones se resintieron.
Es que al no reducirse los costos de producción en el mercado interno y valorizarse mientras
tanto la libra esterlina, los compradores extranjeros estaban constreñidos a desembolsar una
cantidad mayor de dólares, pesos, francos suizos, etc., para obtener un artículo que podía
conseguirse a un precio inferior en otro mercado. Se aminoraron buena parte de las
exportaciones inglesas en beneficio de los países competidores.
A estos factores deben agregarse los efectos perjudiciales de los movimientos de capital a
corto plazo, entre los que se encontraba el capital francés radicado en el exterior, que hizo
difícil mantener equilibrados los balances de pagos de los países afectados.