BANCO Y MONEDA - El dólar compensado, según el profesor Fisher
LA VELOCIDAD DE CIRCULACION DE LA MONEDA
La cuarta dificultad a la que ya hicimos alusión anteriormente estriba en que el sistema
de Fisher ignora las reacciones psicológicas. El Banco Central puede lanzar a la circulación
una determinada cantidad de medios de pago, pero no puede exigir a su clientela que
obtenga préstamos cuando no los requiera para su evolución económica.
Es que si bien es cierto que el Banco Central puede afectar el monto del circulante, no puede
modificar el ritmo con que circula esa moneda, o sea su velocidad de circulación.
Casos distintos son los que ocurren en procesos de gran inflación monetaria (emisiones
desenfrenadas de papel moneda), cuando el público ya no tiene confianza en la moneda y
aumenta su velocidad de circulación, al desprenderse de ella para adquirir inmuebles,
bienes de consumo o de capital. Pero cuando la población teme hacer nuevas inversiones, es
difícil incitarle a que se dirija a los bancos para obtener nuevos créditos. En períodos de
depresión económica, se observa que los bancos poseen excedentes de fondos y que las tasas
de intereses, no obstante llegar a niveles muy bajos, no estimulan la obtención de mayores
préstamos.