Textos    |    Libros Gratis    |    Recetas

 

.
BANCO Y MONEDA - Los bancos y la moneda bancaria
LOS CREDITOS A CORTO Y LARGO PLAZO
Cuando el crédito se necesita para satisfacer necesidades de capital circulante será a corto
plazo, pero cuando se requiere como capital fijo será a largo plazo.
Por ejemplo, un comerciante que solicita crédito para adquirir mercaderías que luego
venderá en el mercado, no hace otra cosa que aumentar su capital circulante que se supone
de rápida rotación, pues tan pronto como enajene sus productos, dispondrá de fondos con
que podrá cancelar su préstamo. Será un crédito a corto plazo.
Por el contrario, un industrial que
necesita ampliar su fábrica y solicita crédito para la
construcción del edificio y la adquisición de las correspondientes maquinarias que
constituyen un activo fijo, sabe que la amortización de ese crédito tendrá que ser lento y no
mayor de la utilización efectiva de esos activos. En consecuencia, ese préstamo será a largo
plazo.
Esta distinción en cuanto al plazo de duración de los préstamos tiene gran importancia,
porque son distintas las instituciones que los otorgan.
Los préstamos a corto plazo, destinados a ampliar el capital circulante de las empresas y de
amortización rápida, son otorgados especialmente por los bancos comerciales o de
descuentos, cuyos fondos provienen primordialmente de sus depósitos; mientras que los
créditos a largo plazo, que representan verdaderas inmovilizaciones del activo, son
facilitados principalmente por instituciones de crédito especializado, cuyos fondos están
formados especialmente con el producto de la emisión de obligaciones a plazo largo y del
aporte de su capital y reservas.
En la práctica, los préstamos a corto plazo son otorgados preferentemente por los bancos de
depósitos y descuentos, también llamados bancos de crédito comercial; los créditos a plazo
mediano y largo, por los bancos de crédito industrial y las instituciones financieras que no
reciben depósitos y que negocian también las acciones y obligaciones de su clientela, así
como por los bancos hipotecarios o de crédito inmobiliario, que son los que otorgan los
préstamos a plazos más largos con garantía hipotecaria para la adquisición, construcción o
refección de predios rústicos y urbanos.