BANCO Y MONEDA - Los acuerdos monetarios y financieros de Bretton Woods
LAS OPERACIONES DEL FONDO Y SUS LIMITES
Según ya se ha expresado anteriormente, el Fondo facilitará a los países adheridos la
moneda de otro país que le sea solicitada para enjugar déficit transitorios de las operaciones
corrientes de sus balances de pagos, que comprenden pagos provenientes del comercio
exterior y operaciones conexas, como son los servicios y créditos bancarios a corto plazo,
intereses por préstamos o inversiones, pagos moderados para amortización de préstamos o
depreciación de inversiones y remesas familiares.
Por las compras de divisas que hagan con su propia moneda, los países respectivos deberán
pagar una comisión al Fondo del 5/
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% que podrá llegar al 1% y ser reducida al 1/2%.
La obtención de moneda extranjera del Fondo es limitada, de carácter automático, y está en
función de las cuotas. Así, un país podrá comprar divisas al Fondo en cambio de su propia
moneda, hasta un límite anual del 25% de su cuota, que no podrá exceder del 200% de ella.
Pero estos límites podrán ser excedidos por el Fondo en casos excepcionales, para lo cual se
tendrá en cuenta la situación especial del país y sus posibilidades de reintegro.
En términos generales, puede decirse que dichos fondos no podrán ser utilizados para cubrir
una fuerte salida de capitales.
Cuando los excedentes de la moneda de un país superan a su cuota, el Fondo le cobrará una
comisión adicional que podrá llegar hasta el 5% anual.
Esto significa que los recursos que puedan obtenerse del Fondo no son de carácter
permanente.
Como la moneda extranjera que facilitará el Fondo lo es a cambio de moneda local, es lógico
que a medida que un país hace uso de los recursos del Fondo, éste aumenta sus existencias
de la moneda local de ese país. Si Inglaterra, por ejemplo, necesita dólares, los obtendrá
automáticamente del Fondo, dentro de los límites establecidos entregando libras esterlinas.
Luego el Fondo aumentará sus existencias de libras esterlinas y disminuirá las de dólares.
Pero esta situación no puede ser permanente, pues al término de cada año financiero, el país
que tenga reservas de oro y moneda extranjera en exceso de su cuota, deberá readquirir su
propia moneda en una proporción que dependerá de las variaciones de sus existencias de
oro y divisas.
En esta forma, las disposiciones del Fondo impiden que un país sea deudor permanente del
mismo, pues se trata de ayudas temporarias para cubrir déficit transitorios en las balanzas
de pagos.
No podrá concebirse en otra forma el sistema, que no podría funcionar si tuviera que
financiar desequilibrios permanentes de los balances de pagos, dado que la demanda de
moneda extranjera sería ininterrumpida y el Fondo se encontraría en cierto momento con
que únicamente posee las monedas de los países deudores.