ARTE -El arte romano
ESCULTURA
Las estatuas de los dioses continúan siendo esculpidas dentro del antropomorfismo más servil
y del culto a la belleza humana que caracteriza al arte griego. Sin embargo, no alcanza ni la
perfección ni la sobriedad helénicas, y es visible su carácter típicamente artesanal.
Esculpieron los romanos numerosas estatuas alegóricas que aún se conservan en los museos,
pero la obra capital de la escultura romana debe buscarse en los retratos. Así como los griegos
ensalzan la belleza en las figuras de sus dioses, los romanos buscan en sus retratos una verdad
terrena, como si dijéramos, con un sentido más práctico del arte; representan todas las pasiones,
todos los detalles característicos de cada cabeza, con un realismo que sólo muchos siglos
después habrá de volver a florecer sobre la tierra. Todos los emperadores romanos y sus
mujeres, han sido fielmente retratados por los escultores de Roma, cuyos nombres
desgraciadamente no ha conservado la historia. Como obra notable debe mencionarse, antes
que nada, la gran estatua de Augusto, en el Vaticano, trabajada el año 27 a. de J. C. Aparece el
emperador vestido a la heroica, con una coraza riquísima que le cubre el torso, una pequeña
túnica plegada debajo de la cintura, descalzo de pierna y pie, levantando la diestra en señal de
mando, en tanto que con la mano izquierda sostiene el cetro; un angelillo a sus pies parece
conducirlo en su marcha. Nada más majestuoso, más lleno de vigor y de verdad que esta
estatua que, a la vez que un retrato, parece un símbolo: es César Augusto, pero es, también, el
imperio romano.
Algunas otras estatuas deben recordarse como expresión del genio de Roma, así la famosa de
Marco Aurelio, figura a caballo en bronce, que se encuentra en el Capitolio de Roma. La
reproducción fidelísima del corcel sobre el cual, vestido a la heroica, cabalga el noble
emperador y filósofo, es inolvidable, en aquel sitio de maravilla que se yergue rodeado por los
bellos edificios que creara el genio de Miguel Angel.
MARCO AURELIO. La estatuaria romana tiene su obra maestra en este monumento a Marco
Aurelio (121-180 d. de J. C.), fundido en bronce. Se encuentra en la plaza del Capitolio, Roma.
Cultivaron los romanos, igualmente, la escultura decorativa en una forma notable, tan intensa
y emotiva como las anteriores: multitud de sarcófagos se encuentran cubiertos de relieves en
que aparecen las escenas más variadas, desde una procesión de mujeres, envueltas en sus
túnicas características, hasta un combate completo. Otras veces es la Historia la que
proporciona los temas, y así podemos encontrar una historia esculpida en bajo relieve que se
arrolla en torno del fuste de la columna de Trajano en Roma.