ARTE - La pintura italiana en el siglo XVII
La pintura italiana de esta época comprende dos escuelas: una de
ellas sigue la tradición,
procedente de Miguel Angel, Rafael y el Ticiano. Los nombres más importantes de esta escuela
son el de ANIBAL CARACCI (1560-1609), pintor ecléctico que resume todas las tendencias, y el
de GUIAD RENI (15751642), quien cultiva una pintura sencilla, de modelado suave y tenue
claroscuro. Su principal obra es la decoración que representa La Aurora, en el palacio
Rospigliosi.
Frente a esta escuela aparece la naturalista, pero ya influida de barroquismo, cuyo nombre más
importante es el de CARAVAGGIO (1569-1609),
fue este artista el que introdujo la pintura
vigorosamente claroscurada, haciendo que el modelo estuviese iluminado desde un solo punto,
lo cual fue imitado por los españoles, como se verá luego en Ribera y Zurbarán. Su obra más
importante, El Entierro de Cristo, es un drama que acontece en la sombra, donde sólo parecen
destacarse el rostro, las manos y el cuerpo de Cristo.
CARAVAGGIO. "El castigo del Amor", con su violento claroscuro, es un ejemplo de pintura
barroca.
La escuela de Nápoles cuenta con SALVADOR ROSA (1615-1673, considerado como el mejor
paisajista de Italia y, además, pintor de batallas. Los italianos consideran a José DE RIBERA,
llamado "EL ESPAÑOLETO", como perteneciente a esta escuela, por ser Nápoles el lugar
donde trabajó.
LUCAS GIORDANO fue un pintor dotado de una facilidad tan grande que en su tiempo se le
llamó "Luca Fa Presto".
Después de este apogeo, Italia sufre la decadencia de toda la pintura europea. El arte se torna
en algo acaramelado, sin vigor, hecho para agradar a las mentalidades mediocres. El artista que
simboliza todo este estilo lleva un nombre perfectamente adecuado: Carlos Dolci.