ARTE - La pintura italiana del Renacimiento
LA PINTURA ITALIANA DURANTE EL SIGLO XV
Cuatro grandes escuelas se disputan la gloria y la supremacía en este siglo del Renacimiento
italiano: la de Florencia, la de Umbría o Romana, la de Venecia y la de Mantua.
LA ESCUELA FLORENTINA se caracteriza por el perfeccionamiento de su técnica, de su
anatomía, de su claroscuro, de su perspectiva. Anacrónicamente emplea para los personajes
religiosos, la indumentaria de su época.
PABLO UCCELLO es un pintor de batallas. Gusta de reproducir cuidadosamente el choque y
entrelazamiento de las lanzas guerreras. EL MASACCIO es pintor de grandes escenas, como si
tratase de ser el primer pintor de historia. FRAY FELIPE LIPPI se deleita en pintar escenas que
tienen por fondo perspectivas arquitectónicas. BENOZZO GOZZOLI (1420-1497) es un pintor
que nos admira profundamente, así por su sabiduría para agrupar enormes cantidades de
figuras, como por la suntuosidad que sabe imprimir en los cortejos magníficos de sus
personajes. Quien ha visto la capilla del Palacio Ricardi, antes de los Medicis, en Florencia,
conserva imperecedero recuerdo. DOMINGO GHIRLANDAIO fue autor de grandes cuadros
que reproducen con toda fidelidad los detalles de arquitectura y de ornamentación, al grado
que pudieran ser reconstruidos por cualquier buen arquitecto. Finalmente, SANDRO
BOTTICELLI (1444-1510) fue un pintor que supo crearse, dentro de la muchedumbre de
artistas que lo rodeaban, una personalidad inconfundible. Gusta del dibujo lineal, acaso más de
lo que conviniera, pero sus grandes cuadros El Triunfo de la Primavera y El Nacimiento de
Venus, revelan una intensa imaginación y una tierna poesía, sin desmedro del más elevado
rigor pictórico.
LA VIRGEN DE LOS ANGELES. (Detalle). Maestro del dibujo y el arabesco, Botticelli es uno
de los artistas más notables de Florencia. (Galería de los Oficios, Florencia)
