ARQUITECTURA Y URBANISMO - Urbanismo
EJECUCION
Dentro de este tema corresponde señalar casos típicos: tales las llamadas ciudades universitarias;
los barrios o poblaciones completas constituidas por viviendas obreras, promovida su construcción
por el Estado o por instituciones privadas, y los esfuerzos contemporáneos —obras de la guerra
mundial última o consecuencias de la misma—, destinadas en el primer supuesto a alojar a las
grandes masas de operarios de las industrias bélicas y en el segundo a dotar rápida y
eficientemente de hogar al número extraordinario de familias que perdieron el suyo en la
contienda.
Conocido es el caso, por histórico, de ciudades cuyo origen, espíritu y sentido de composición son
una consecuencia de la Universidad. En ellas el núcleo docente, con sus edificaciones características
—Facultades, Institutos, Bibliotecas y Laboratorios—, imprime sello inconfundible al conjunto,
cuyos complementos hacen el resto de la población: las viviendas, las pensiones, los centros
deportivos y los pequeños comercios.
Inglaterra cuenta dos ciudades típicas de esta naturaleza: Oxford, que data del siglo mi, y•
Cambridge, organizada un siglo después.
En los últimos tiempos, las grandes ciudades han prestado preferente atención a la organización
dentro de su ejido de llamadas ciudades universitarias, agrupando todo lo relativo a la
universidad, a su profesorado, sus auxiliares y sus alumnos en determinadas zonas,
convenientemente elegidas en función de un relativo aislamiento y de una particular tranquilidad
circundante. Señeros son en este sentido los esfuerzos llevados a cabo últimamente en Madrid,
París y Roma.
De gran interés resultan las realizaciones, y cuando menos los proyectos, con que América tiende a
la solución de este problema en sus ciudades, cuya lista justicieramente debe iniciarse con Harvard.
Los grandes industriales han debido, a su vez, en más de una oportunidad resolver el problema del
alojamiento higiénico y decoroso de los obreros empleados en sus fábricas, y de sus familias.
Inglaterra presenta el conocido caso en la obra realizada por los industriales Cadbury con una
inversión de 250.000 libras esterlinas en la construcción de viviendas, cuyo conjunto constituye un
esfuerzo urbanístico de gran carácter.
Y entre los trabajos de última hora realizados por el Estado cabe señalar el cumplimiento de un
programa de obras
promovido en los Estados Unidos de América durante la guerra última: el
llamado Defensa Housing.
Estas "Viviendas para la defensa" procuraron alojamiento a los obreros de la industria de guerra en
distintos lugares de Estados Unidos, aplicándose a estas realizaciones de emergencia los principios
preconizados por el Urbanismo (le última hora.
Sentido del ordenamiento, noción (le los tiempos necesarios para cumplir las etapas de obra, visión
económica, firmeza en las decisiones y una serena perseverancia, serán ahora las condiciones
esenciales.
La realización de cuanto se haya proyectado; la ejecución de trabajos de emergencia impuestos por
determinadas circunstancias; el escalonamiento de las distintas actividades previstas; la
concertación de compromisos para adquirir materiales o convenir su transporte; la división y
amojonamiento de las parcelas reservadas a distintos fines, se volverán ahora las preocupaciones
del momento. Y a ellos corresponderá agregar todas las decisiones legales y reglamentarias que
aseguren, hasta su término, el cumplimiento del plan previsto o sus eventuales ampliaciones.
El factor tiempo estará condicionado por las posibilidades de hacer y de pagar.
Valga para esto una comparación: la tumba del faraón Queops costó escasamente la conscripción
de cien mil operarios durante treinta años. La reforma de París, que durante el gobierno de
Napoleón III llevó a cabo el barón Jorge Eugenio Haussmann (1809-1891) , en su calidad de prefecto
del Sena, ge realizada en la mitad de ese lapso; y representó la transformación de la Ciudad Luz,
abriendo bellas avenidas, cambiando viejos barrios miserables en otros de singular jerarquía y
creando zonas de viviendas obreras, para lo cual, el presupuesto de la capital francesa pasó de
66.000.000 de francos a 225.000.000 y hubo que contratar empréstitos por 848.000.000 de la misma
moneda.
