ARQUITECTURA Y URBANISMO - La sucesión de Roma
ARQUITECTURA BIZANTINA
Con raíces desarrolladas en Asia y en Africa, que explican, dentro de su procedencia romana, su
espíritu oriental, surge la edificación bizantina, que sentará sus reales en los Balcanes, y cuyas
distintas ramificaciones abarcarán el norte de Africa, Sicilia, España, Italia septentrional, sudoeste
de Francia, las costas del Mar Negro, Rusia, Escandinavia y finalmente Gran Bretaña e Irlanda.
El historiador Augusto Choisy explica cómo las distintas rutas comerciales, vigentes durante la
Edad Media, llevaron los influjos de la arquitectura abovedada de los persas sasánidas por las rutas
que él llama, propiamente bizantina (hacia Constantinopla y el sur europeo); armenia (hasta Rusia
y Escandinavia); y siria (de ese país, norte de Africa y sucesivas penetraciones en Sicilia, España y
valle del Ródano). Todas esas arquitecturas son estructuralmente abovedadas, de medio cañón y
cúpulas; abundan en columnas con capiteles dobles, superpuestos, soportando arcos; cuentan con
una decoración brillante a base de escultura ornamental, con formas animales, vegetales y
geométricas; aplican los colores blanco, negro, oro, rojo, violeta; ostentan abundancia de mosaico
(juegos de pequeñas piezas adheridas a la superficie) en paredes y bóvedas; y se enriquecen con
esculturas de marfil (eboraria) y con finos tejidos.
En esta arquitectura las cornisas se desarrollan angulosas o secas y la decoración sobre piedra,
plana y ejecutada con taladro, cuando no resuelta en colores distintos como una marquetería. Las
cúpulas, aplastadas en los ejemplos de los Balcanes, se vuelven bulbosas en Rusia.
Curiosos sistemas de equilibrio entre cúpulas y bóvedas cubriendo plantas en cruz griega (con
ramas de igual largo), dan singular carácter a la edificación bizantina de iglesias, cuyos ejemplares
máximos son la magnífica de Santa Sofía, en Constantinopla, obra de los arquitectos Artemio de
Tralles e Isidoro de Mileto; y la brillante iglesia de San Marcos en Venecia, de cinco cúpulas.
