ARQUITECTURA Y URBANISMO - Instalaciones
Si la edificación en el pasado pudo resolverse sin excesivas preocupaciones por la comodidad, que
no era característica entonces ni de la villa ni de la campaña que la circundaba, hoy el arquitecto
vive una preocupación. Testigo del progreso maquinista de nuestra era, el cuadro que observa le
lleva a proyectar lo que un profesional francés contemporáneo, Le Corbusier, dic en llamar "la
máquina para vivir".
Modificado y superado dicho concepto, en la hora actual todo acucia, no obstante, al arquitecto,
desde el dinamismo característico de la vida en las grandes urbes, hasta los progresos de la ciencia,
para hacerle proyectar edificios tranquilos, amables, prácticos e higiénicos y que a la vez tengan
verdadero valor, en caso de locación o venta.
A las instalaciones usadas de tiempo atrás se agregan, pues, muchas de reciente creación, cuya
suma frecuentemente escapa al profano en la idea que se forma de un edificio.
Ellas pueden resumirse en lo que sigue: Canalizaciones, y a veces fuentes de producción, y sistemas
de extracción, para el servicio de agua potable (fría); de provisión de agua caliente; de distribución
de gas y de energía eléctrica (para luz y como fuerza motriz).
Canalizaciones para desagües pluviales y de aguas servidas.
Colocación de artefactos diversos en baños, retretes y cocinas; y en los servicios varios de la
iluminación.
Instalaciones centrales (para varios pisos, cuerpos o pabellones) o locales (para sólo una casa)
destinadas a la calefacción o al acondicionado térmico e higiénico del aire, servidas por el vapor de
agua o del agua caliente (que circula entre calderas y radiadores) o por la circulación forzada de la
atmósfera en los ambientes cerrados.
Servicios de refrigeración, industriales o domésticos; de ascensores y montacargas; y de tratamiento
de ciertas aguas denominadas duras, y por tanto, poco potables.
Conexiones y conducciones destinadas a la telefonía, en servicios privados o en conexión con las
redes públicas; a la radiotelefonía y al montaje de campanillas y de anunciadores de incendio.
Conductos para recibir y transportar, y hornos para quemar los residuos domiciliarios, en
instalaciones colectivas, con aprovechamiento, a veces, del calor así obtenido.
Servicios para recibir y almacenar combustibles líquidos; instalaciones para guardar y lavar
automóviles; y canalizaciones del agua (corrientemente recibida desde tanques de gravitación)
destinada a combatir incendios.
Colocación de pararrayos, cuya invención debemos al norteamericano Benjamín Franklin; sistemas
de comunicación por tubos neumáticos y de escaleras mecánicas.
Tal es, en líneas generales, el cuadro de las instalaciones. Distinto su empleo según el destino de la
edificación que ocupa al profesional, cobra particular interés cuando éste se propone la
construcción de la vivienda. Porque más que ninguna, es la casa destinada a la familia la que
permite sacar partido amplio de los progresos definidos por las instalaciones especiales. Por su
empleo, dicha casa entra en el consenso general de lo que se entiende por hogar; por ese hogar que
con emoción se evoca en la vieja y conocida canción inglesa:
Home, sweet home