ARQUITECTURA Y URBANISMO - El camino de Oriente
PERSIA
Este país, por otro nombre Irán, sabe elegir bien: por ello le cuadra a su arquitectura la calificación
de ecléctica. En sus épocas brillantes, toma de los egipcios la solución trilítica bajo los reyes
aqueménides (558-330 a. de C.); y adopta las bóvedas caldeo-asirias, durante la dinastía sasánida
(226-652 d. de C.).
Tumbas reales trabajadas en la roca; torres para la adoración del fuego y magníficos palacios con
grandes salas para el trono (apadanas), de columnas que exceden en algunos casos los 20 metros de
altura, caracterizan el primer momento.
De ricas maderas, nobles metales y excelentes piedras, fueron realizados así, en Persépolis y en
Susa, palacios y salas debidos a Jerjes, Darío y Artajerjes en la primera y a este último, también, en
la segunda.
En el momento sasánida, los palacios cubiertos de medio cañón y cúpulas gravitando sobre plantas
cuadradas mediante pe-chinas en trompa, recordarán los nombres de varios reyes. Débense,
respectivamente el de Sarvistan a Chapor I; el de Firuz Abad a Artajerjes I; y el de Ctesifonte a
Cosroes I. Este último palacio cuenta con un portento: la bóveda de medio cañón de mayor ancho
construida en la antigüedad (alrededor de 27 metros de luz).