ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Hipófisis
EL LOBULO ANTERIOR
FUNCIONES. Para su mejor comprensión se pueden clasificar, siguiendo a Houssay, en los
siguientes grupos: a) de crecimiento; b) metabólicas; c) de regulación de otras endocrinas, y,
separadas de éstas por su importancia, d) las sexuales.
a) Crecimiento. La antero hipófisis regula el crecimiento por intermedio de una hormona que
vierte en la sangre y que Evans, en los Estados Unidos, acaba de obtener en estado de pureza,
bajo la forma de polvo.
Si a un animal en crecimiento se le extirpa la hipófisis, deja de crecer. Se obtienen así animales
enanos que tienden a engordar, si son perros, o a enflaquecer notablemente, si son ratas, y que
resultan muy sensibles al ayuno o a las infecciones. Basta inyectarles la hormona para que
reinicien su crecimiento, o lo sobrepasen, pudiéndose obtener por este camino verdaderos
gigantes de esa especie. Igual resultado se observa en animales normales.
En el hombre es dado observar enanos por causa hipofisaria, semejantes a niños
por su
aspecto, y gigantes como se acostumbra a ver en los circos, cuando por tumores funciona en
exceso.
Si la hiperfunción del lóbulo anterior se produce en un hombre adulto, el crecimiento óseo ya
no es posible sino en la cabeza, las manos y los pies, que adquieren proporciones exageradas;
pero la talla no se altera, constituyendo la enfermedad llamada acromegalia.
b) Metabólicas. Interviene la antero hipófisis en la regulación del consumo de sustancias
nutritivas y en el desprendimiento de calor por las mismas durante sus procesos de
degradación. Pero el mecanismo íntimo por el cual lo hace, se conoce muy imperfectamente y
no se han aislado puras las hormonas que intervienen.
El consumo de las grasas, las proteínas y los hidratos de carbono, es regulado por esta
glándula. Los brillantes estudios de Houssay, en la Argentina, han permitido conocer muchos
de estos puntos, y particularmente el importante papel que la antero hipófisis desempeña con
respecto a los glúcidos, sobre lo que volveremos a propósito del páncreas.
Este investigador ha preparado un extracto de lóbulo anterior, llamado diabetógeno, que
inyectado a perros les provoca una diabetes típica. Esta diabetes hipofisaria es análoga a la que
presentan en el 33% de los casos los enfermos de acromegalia, los cuales padecen o han
padecido de hiperfunción hipofisaria. Houssay, Smyth y Foglia han podido comprobar que las
hipófisis
de cadáveres humanos tienen más sustancia diabetógena que las de otras especies
animales.
Por el contrario, la falta del lóbulo anterior disminuye la producción y el consumo de glúcidos;
así se explica el extraordinario hecho, observado por Houssay en 1930, de que la extirpación
del lóbulo anterior mejora la diabetes, enfermedad en la que se hallan aumentados la
producción y el consumo de estas sustancias.
c) Regulación endocrina. El lóbulo anterior de la hipófisis estimula continuamente la corteza
suprarrenal, la tiroides y las gonas (testículo y ovario), y permite que todas estas glándulas
tengan estructura y función normales. Esto lo realiza por hormonas específicas para cada
glándula, que vuelca en la sangre. Estas son: la córticotrofina, la tirotrofina y las
gonadotrofinas. Ya se ha dicho que éstas, por secreciones propias, moderan la hipófisis.
Esquema de las relaciones hormonales entre el lóbulo anterior de la hipófisis y otras glándulas
endocrinas. El signo + indica estimulación, y el signo inhibición.
En los casos de tumores que destruyen este lóbulo hipofisario, o de extirpaciones quirúrgicas,
faltan las hormonas, y las glándulas correspondientes disminuyen de tamaño rápidamente.
Como dato ilustrativo se puede señalar, que en la rata hipofisopriva hemos observado, a los 15
días de la operación, reducción de los testículos al 10% de su peso inicial, y en las demás
glándulas atrofias tan marcadas, que son perceptibles a simple vista. Además de estos
trastornos anatómicos, se puede demostrar que funcionan menos que antes.
La insuficiencia del lóbulo anterior de hipófisis es restaurada por inyección de extractos del
mismo origen, que corrigen todas las deficiencias. Se obtiene igual resultado por inyección de
una u otra de sus hormonas, pero en este caso el restablecimiento queda limitado a las
propiedades de la sustancia usada. Por inyección de una cantidad excesiva de una hormona,
se puede provocar enorme tamaño e hiperfunción de la glándula por ella estimulada.