ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Hipófisis
La hipófisis es considerada como la glándula de secreción interna de mayor valor, tanto para
el individuo como para la especie animal a que pertenece. En efecto, sus trastornos perturban
de manera grave casi todas las funciones orgánicas (crecimiento, urinaria, nutritivas, etc.) y las
de reproducción.
Con respecto a las restantes glándulas endocrinas tiene una posición central, de comando,
expresada en diversas formas literarias como cuando se la designa "centro de la constelación
endocrina", "director de la orquesta endocrina", etc.
En el hombre tiene la forma de una judía de tamaño mediano, acostada transversalmente en el
medio y dentro de la base del cráneo, en un receptáculo óseo llamado "silla turca"; su peso es
de 0,5 a 0,7 gramos. Por encima de ella, y en comunicación directa por un corto tallo, se halla el
hipotálamo, que es una importante región del cerebro situada en la parte inferior y media del
mismo.
Esquema que representa un corte vertical antero posterior y una vista superior de la hipófisis,
así como su ubicación en la silla turca, en la base del cráneo
El estudio cuidadoso revela que la hipófisis se compone de 3 partes, que son, yendo de
adelante atrás: el lóbulo anterior o pars glandularis; la parte intermedia; y el lóbulo posterior o
pars nervosa.
Al examen microscópico cada una de las tres partes muestra una estructura característica. El
lóbulo anterior está formado por cordones celulares enrollados como una madeja de hilo, entre
los cuales corren capilares sanguíneos. Las células son de 3 tipos en su aspecto y en su función:
sin gránulos en el protoplasma (cromófobas); con gránulos que se tiñen con colorantes ácidos
(acidófilas), o con colorantes básicos (basófilas). Las proporciones son las siguientes:
Células cromófobas (sin gránulos) 50%
Células acidófilas (con gránulos acidófilos) 40%
Células basófilas (con gránulos basófilos) 10%
La parte intermedia está compuesta por células sin gránulos.
Al lóbulo posterior lo forman células nerviosas y gran cantidad de fibras nerviosas. Las fibras
se prolongan dentro del tallo hasta alcanzar el hipotálamo, con el que establecen amplia
comunicación.
Completa la estructura de la hipófisis, un rico sistema de vasos sanguíneos.
Por razones didácticas se comenzará el estudio de la hipófisis por el lóbulo posterior,
invirtiendo así el orden clásico de los textos de anatomía y fisiología.