AGRICULTURA - Sacarinas
REMOLACHA AZUCARERA
Esta planta se cultiva especialmente por su riqueza en azúcar. En Europa es
la principal
fuente de azúcar. En las regiones más productoras se obtienen raíces de 1 kilo y 1,5 kilos, que
contienen una proporción de azúcar de 15 a 25% de su peso.
Se ha comprobado que las variedades de más rendimiento en dicho elemento son menos
productivas en peso por hectárea. Asimismo la parte de la raíz que queda sobre la superficie
del suelo contiene menos azúcar que la que está enterrada, razón por la cual en los trabajos de
selección se debe tratar de obtener plantas que mantengan íntegramente enterrada su raíz.
Convienen también las plantas de gran follaje, pues hay una relación directa entre follaje y
porcentaje de azúcar.
CARACTERES BOTANICOS.
La raíz, que
es la parte aprovechable de esta especie, es de
forma cónica alargada, debiendo terminar en un solo filamento. Su tamaño no debe ser mayor
del que corresponda a la variedad, porque el contenido en azúcar y la pureza del jugo están
en razón inversa del tamaño. Se considera que el peso medio de una buena raíz azucarera es
de 1 kilo a 11/2 kilos. Las hojas son de desarrollo mediano y borde rizado; las inflorescencias,
verdes; los frutos, que maduran en verano, presentan el aspecto del corcho y son irregulares,
pequeños, más o menos como una arveja y contienen de una a cuatro semillas.
CLIMA.
Es planta de zona templada; también se produce en ambientes cálidos, pero rinde
menos en azúcar. Resiste bien las bajas temperaturas. Es de gran importancia para el
almacenamiento de azúcar que haya diferencia de temperatura entre el día y la noche, pues
de esta manera almacena durante la noche lo que ha elaborado durante el día. En climas
cálidos, donde no existen estas diferencias, la planta gasta el material elaborado en seguir
produciendo parte vegetativa; en consecuencia el almacenaje es mínimo y ésta es la razón del
bajo rendimiento de azúcar.
Requiere mucha humedad, preferentemente de riego, pues las lluvias frecuentes la
perjudican, ya que para la dabaración de azúcar necesita recibir gran cantidad de luz solar.
SUELO.
Prefiere los suelos livianos arcilloarenosos, ricos en humus bien profundo. El
subsuelo deberá ser permeable, pues siendo impermeable, la raíz queda corta y el
rendimiento disminuye.
Entre los abonos los más importantes son la potasa y el fósforo. La potasa conviene agregarla
el año anterior al de la siembra, bajo la forma de sulfato de potasio y en una proporción de
250 kilos por hectárea. El fósforo se puede incorporar en forma de superfosfato de cal a razón
de 350 kilos por hectárea. Hay que distribuirlo sobre el terreno antes de la primera labranza
del año, para enterrarlo cuando se ara. En cuanto a los abonos nitrogenados, sólo deberán
usarse en suelos muy pobres de ázoe, siendo la mejor forma el salitre de Chile a razón de 100
ó 150 kilos por hectárea. S2 aplica a lo largo de las líneas de plantas cuando éstas tienen 10
centímetros más o menos de altura, pero sin que las toque.
PREPARACION DEL TERRENO.
Es necesario arar profundamente, como mínimo 35
centímetros, debiéndose dar 3 aradas o por lo menos 2. Después de cada arada se pasa la
rastra de dientes o discos para desmenuzar bien la tierra.
SIEMBRA. Se efectúa en líneas distanciadas de 30 a 50 centímetros unas de otras. Dentro del
surco, las semillas se depositan de 2 a 3 cada 5 centímetros; posteriormente se ralean las
plantas de manera que queden distanciadas unos 15 centímetros. La siembra se efectúa a
principios de primavera y a razón de 20 a 25 kilos por hectárea.
COSECHA.
Generalmente la cosecha se efectúa al finalizar el verano. La época precisa la
señala la misma planta, pues las hojas se ponen amarillas y comienzan a secarse. Llegado este
momento no hay que demorar un solo día la cosecha, pues a partir de entonces las plantas no
sólo no elaboran más azúcar, sino que comienzan a perderla por transformación en otras
sustancias. Hay autores, sin embargo, que opinan que puede quedar enterrada hasta 3 meses
y medio sin que en ellas se note pérdida de la riqueza sacarina. En las grandes extensiones se
utilizan arados especiales que arrancan las raíces dejándolas sueltas en el campo Luego son
recogidas a mano. Existen procedimientos de recolección más perfeccionados que consisten
en máquinas que cortan primero la corona de inserción de las hojas, dejándolas
automáticamente a un lado; luego sigue la cosechadora propiamente dicha que levanta las
'raíces, llevándolas a un aparato limpiador donde es separada la tierra adherida.
RENDIMIENTOS. Término medio 30.000 kilos de raíces por hectárea, de las cuales se pueden
extraer de 3,5 a 4 toneladas de azúcar.
ENFERMEDADES. La quemadura: es un ennegrecimiento de la raíz, que además se abre en
surcos longitudinales, mientras que las hojas y el cuello permanecen sanos. Aparece en
terrenos en los que se ha cultivado remolacha vatios años seguidos. Para combatirla se
aconseja la rotación. La podredumbre celular: comienza durante el otoño por un
ennegrecimiento en las hojas del centro, que se vuelven de un color pardo oscuro y
quebradizas. A fines de otoño la raíz señala los primeros síntomas en forma de manchas
oscuras, prominentes, redondas o alargadas. Es producida por un hongo. El blanco de la
remolacha y el añublo son, con las ya citadas, las enfermedades más importantes.
REMOLACHA AZUCARERA
Enorme montón de remolacha azucarera en la plataforma de una fábrica de azúcar.