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AGRICULTURA - Frutales
MULTIPLICACION POR MEDIOS AGAMICOS. Cada vez tiene más adeptos esta forma de
multiplicación, porque las plantas obtenidas de esta manera son todas iguales entre sí e
iguales a la planta madre. Esto se traduce en una marcha uniforme del cultivo, producción
similar de todas las plantas, ventajas que busca el fruticultor. La reproducción por semilla, si
bien tiene la ventaja del mayor desarrollo de su sistema radicular y su mayor longevidad,
tiene el inconveniente de que lleva en sí una serie de factores hereditarios distintos, que harán
que el desarrollo de las plantas no sea uniforme, ni la producción tampoco. La multiplicación
agámica se puede efectuar por medio de yemas, como se acostumbra con el datilero; por
estacas, que son partes separadas de la planta madre que al plantarlas dan raíces y brotes,
produciendo una planta semejante. Se pueden obtener de las ramas y de las raíces. Por
estacones, que son estacas grandes de 5 a 8 años de edad. Se plantan 2 6 3 estacones por hoyo
y cuando brotan las yemas se injertan por el mismo rozamiento entre ellas, dando lugar a una
rama muy vigorosa. Se utiliza generalmente en el olivo; y por rizomas, como en el caso del
banano.
ACODOS.
Es un sistema de multiplicación en el que la rama que ha de dar origen a una
nueva planta no se separa de la planta madre hasta que no haya emitido brotes.
INJERTOS.
Es una operación que consiste en fijar una yema de una planta sobre otra, de tal
manera que sus tejidos puedan soldarse y vivir en común. Para que dos plantas puedan ser
injertadas tienen que ser afines, es decir, debe existir una afinidad anatómica, requerir
sustancias alimenticias similares, tener las mismas exigencias climáticas, etc. El patrón, o sea
la planta sobre la cual se ha practicado el injerto, proporciona al injerto savia bruta, que es
elaborada por éste y transformada en sustancias alimenticias que alimentarán a toda la
planta.
TIPOS DE INJERTO.
De escudete, llamado también de yema o brote, que es el más
importante; de púa y de aproximación. La época de injertar depende del clima. En climas
fríos se puede injertar 2 veces por año: a fines de verano o principios de otoño y a fines de
invierno o principios de primavera. En los climas templados además de estas 2 épocas se
puede injertar a principios de verano. El injerto más común es el que se hace a fines de
verano, llamado también injerto de yema dormida, porque no brota hasta la primavera
siguiente. El primero se llama de yema despierta, porque brota en seguida. En climas muy
fríos no se puede utilizar el sistema de yema dormida porque ésta se helaría durante el
invierno. El injerto de púa se utiliza generalmente donde fracasa el de escudete; el injerto por
aproximación es poco utilizado, usándose en aquellos casos en que no prenden ni el de púa ni
el de yema.
Antes de pasar a describir los trabajos que hay que realizar con las plantas ya formadas,
vamos a hacer una ligera descripción de los distintos sistemas de distribución más
frecuentemente utilizados.
EN CUADRADO. Se coloca una planta en cada vértice.
EN QUINCUNCE. Una planta en cada vértice y una en el centro.
ALTERNANTES. Formando triángulos isósceles.
HEXAGONAL. Una planta en cada vértice del hexágono.
El más utilizado es el cuadrado, pues hace mucho más fácil y económico realizar las labores.
La densidad con que se debe plantar depende de la especie, fertilidad del suelo, riegos,
condiciones climáticas, altitudes, etc.