AGRICULTURA - Cereales
TRIGO
COMERCIALIZACION. Existen tres grandes grupos de trigo, de características
físicoquímicas totalmente diferentes en lo que se refiere al grano en sí. Estos tres grupos se
denominan como sigue:
a) Trigos blandos.
b) Trigos duros.
c) Trigos semiduros.
Los primeros no son directamente panificables, es decir, que con ellos no es posible hacer pan,
razón por la cual se efectúan cortes o mezclas con los correspondientes al grupo de los trigos
duros, los que por sí solos presentan la misma dificultad señalada para los blandos. El tercer
grupo corresponde a los trigos directamente panificables.
Las características que confieren a los trigos las mencionadas texturas o composición son
patrimonio de las diferentes variedades y los distintos países se especializan en la producción
de uno o más de los tipos mencionados.
Existen reglas precisas que, aplicadas, dan como resultado la determinación exacta del valor
del cereal. Así, resulta a veces que por causas ligadas directamente con enfermedades,
agentes climáticos, etc., el grano no alcanza a completar su volumen. Como consecuencia
tenemos un grano con su superficie surcada por pliegues; es decir que su constitución es
imperfecta.
Mediante la determinación del peso de un volumen determinado sabremos en realidad la
densidad del grano. Esta operación se realiza en toda transacción y se conoce como
determinación del peso hectolítrico del trigo.
Pequeñas balancitas especiales de y2 litro más o menos, sirven para la determinación del peso
hectolítrico. Mediante tablas especiales se obtiene la equivalencia de la medida real, es decir,
el peso en kilogramos de 1 hectolitro de trigo.
Existe una relación directa entre el peso hectolítrico y el porcentaje de harina en el trigo.
Finalmente, en la comercialización se acostumbra tener en cuenta para juzgar la calidad
comercial, el porcentaje de granos quebrados, brotados, ardidos, verdes, picados, roídos,
como así también la mezcla de cuerpos extraños.
MOLIENDA DEL TRIGO.
Llegado al molino, el trigo sufre sucesivos procesos hasta la
obtención de la harina.
Mediante electroimanes, aspiradores y zarandas se procede a la limpieza del cereal, el cual,
una vez desprovisto de materiales extraños, pasa a una máquina especial que separa los
tegumentos del resto del grano. La operación se termina en una esmeriladora primero y luego
en una cepilladora.
Así preparados los granos de trigo, pasan a la molienda propiamente dicha, cuya parte
esencial consiste en lo siguiente: una máquina compuesta de cilindros que giran a manera de
rodillos, en sentido contrario, desintegra el grano. El producto pasa luego por zarandas y por
último, mediante un tratamiento especial, en el que figuran otros procesos de roturación, se
consigue la separación de la sémola y los residuos por medio de zarandas especiales.
La harina de mejor calidad se obtiene en la primera molienda y las intermedias e inferiores,
resultan de las posteriores.