AERONAUTICA - Introducción histórica
PRIMERAS APLICACIONES PRACTICAS
Aunque, desde tiempos remotos, los chinos aplicaron el principio fundamental del vuelo, no
se conocieron otros ensayos o pruebas de ese tipo hasta el siglo XV, cuando el italiano
Leonardo da Vinci, artista, arquitecto, ingeniero y hombre de ciencia, registró sus
experimentos y diseñó aviones, helicópteros y hasta cierto tipo de paracaídas. El genio de
Leonardo, que sobresalió en estudios científicos, con los que estableció principios y
aplicaciones anticipándose en siglos a su época y que también produjo maravillas pictóricas
que han permanecido entre las más admirables de todos los tiempos, es realmente asombroso.
Da Vinci profetizó el desarrollo de la aviación y realizó experimentos para demostrar
científicamente que el vuelo era posible. Para ello estudió el vuelo de las aves y tomó como
base de sus diseños los principios ya contrastados. Aseguró también haber efectuado
verdaderos vuelos. Aunque no existen constancias que lo demuestren, es lo cierto que con
algunos modelos construidos de acuerdo con sus explicaciones detalladas se ha logrado volar
con todo éxito recientemente.
Durante los pocos siglos que nos separan de da Vinci, muchos experimentadores han
construido máquinas destinadas a volar, algunas basadas en principios científicos acreditados,
otras sólo en la fantasía, y en entusiasmos y pesadillas. La primera concepción de un bote
volador fue el casco con alas de Francesco de Lana, casco que había de mantenerse en vuelo
por medio de cuatro globos de cobre de los cuales se había extraído el aire. Otro diseño
bastante avanzado fue la carreta voladora con dos alas y una pequeña vela horizontal de
L'Abbé des Forges. En su mayoría, sin embargo, los inventores trataron de imitar a los pájaros
por medio de las contracciones de unas alas agitables (ornitópteros). Obvio es decir que
ninguna de estas creaciones representó un progreso práctico de la aviación, pero demostraron
y acrecentaron el interés del hombre por la posibilidad de volar.
En 1678 Jacobo Besnier, un cerrajero francés, construyó un aparato en el cual los brazos y las
piernas del piloto ponían en movimiento alas oscilantes. Besnier llevó a cabo muchos
experimentos con su máquina arrojándose desde las cimas de las colinas; pero aun sus vuelos
de mayor éxito sólo le permitieron retardar su descenso planeando de manera que se podía
acercar a la línea horizontal. Un aparato similar fue construido por Meerwein en Alemania,
pero no representó ningún progreso, ya que se requería del piloto un esfuerzo muscular
imposible.
LEONARDO DA VINCI Y LA AVIACION
He aquí reconstruido uno de los modelos del gran genio precursor de la aviación. El rápido
movimiento de brazos y piernas producía el aleteo necesario para mover el aparato, como si
fuera un ave.