|
La Biblia
56
1 Así dijo Jehová: Guardad derecho, y haced
justicia; porque cercana está mi salvación para venir, y mi justicia para
manifestarse. 2 Bienaventurado el hombre que
hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para
no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.
3 Y el extranjero que sigue
a Jehová no hable diciendo: Me apartará totalmente Jehová de su pueblo. Ni diga
el eunuco: He aquí yo soy árbol seco. 4 Porque
así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que
yo quiero, y abracen mi pacto, 5 yo les daré
lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas;
nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá. 6 Y
a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el
nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo
para no profanarlo, y abracen mi pacto, 7 yo
los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus
holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será
llamada casa de oración para todos los pueblos. 8 Dice
Jehová el Señor, el que reúne a los dispersos de Israel: Aún juntaré sobre él a
sus congregados.
9 Todas las bestias del
campo, todas las fieras del bosque, venid a devorar. 10 Sus
atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden
ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. 11 Y
esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender;
todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada
uno por su lado. 12 Venid, dicen, tomemos vino,
embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, o mucho más
excelente.
Anterior La Biblia Siguiente
|
|