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TERAPIAS MÉDICAS

ENVOLTURAS Y FRICCIONES EN LA HIDROTERAPIA


Envoltura húmeda.
Hallándose el enfermo en la cama, se levanta por un instante. El sirviente extiende entonces sobre ella una manta de lana, y sobre esta manta una sábana previamente mojada y retorcida con vigor; el doliente se acuesta y se envuelve rápidamente en la sábana húmeda. Échansele encima tres o cuatro mantas de lana. Tan luego como el calor se manifiesta, lo cual tiene lugar al cabo de veinte minutos, el enfermo sale de la envoltura para pasar al baño frío parcial o general. El baño parcial se emplea con preferencia al principio del tratamiento, o cuando los enfermos son débiles.

Envoltura seca.
Se hace del mismo modo que la envoltura húmeda, con la diferencia de que se emplean dos mantas de lana, sin intermedio de sábana mojada. Encima se echan siempre dos o tres mantas de lana. El enfermo permanece así poco más o menos hasta que la transpiración se haga copiosa, a veces más de tres horas. Esta envoltura tiene el inconveniente de ser bastante fatigosa y muy excitante. Algunos enfermos no pueden soportarla. Ya seguida, como la envoltura húmeda, del agua fría bajo diversas formas, y comúnmente del baño general en estanque.

Fricción con sábana mojada.
Se hace de la manera siguiente: Por la mañana, así que el enfermo sale de la cama, el sirviente le echa sobre los hombros y el cuerpo una sábana mojada y retorcida; después le frota vigorosamente por detrás con la mano abierta las espaldas, las costillas, los brazos, los muslos, las piernas, y al mismo tiempo el enfermo por su parte se frota por delante el pecho y el vientre; este friccionamiento dura de 3 a 4 minutos, hasta notar que la sábana principia a calentarse; cambiase entonces la sábana húmeda por otra seca, gruesa y muy áspera, con la cual se enjuga el cuerpo y se frota fuertemente el enfermo, o mejor aun, en vez de enjugarle se le hace tomar un baño de aire.

Baño de aire.
Después de mojado con agua fría, en vez de dejarse enjugar por el sirviente, el enfermo toma por dos de sus puntas una sábana de hilo grueso, se la pone por encima de la cabeza y la sacude; mientras tanto el sirviente sujeta la sábana por las otras dos puntas y sacude de arriba hacia abajo. El enfermo se coloca para esto en una corriente de aire, entre la ventana y la puerta abiertas; al cabo de un minuto está enteramente enjugado; entonces deja caer la sábana sobre su cuerpo, y el sirviente le frota con ella; la evaporación ha producido ya para entonces un enfriamiento bastante grande, pero superficial, seguido rápidamente de la reacción general.

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