TERAPIAS MÉDICAS
EXPLICACIÓN DE LA ACCIÓN DEL AMASAMIENTO
El amasamiento actúa primero mecánicamente sobre la colección sanguínea que resulta de la torcedura, destruyéndole los límites, disminuyéndole el volumen, y haciendo desaparecer su acción local, la sangre derramada en torno de una articulación torcida, la cual necesita de 3 a 6 semanas para ser absorbida, cuando se le oponen las aplicaciones resolutivas, desaparecen en algunas horas por efecto del amasamiento.
Además de esto, las ficciones metódicas, hechas paralelamente al eje del miembro, pueden volver a colocar en su sitio los tendones rotos o dislocados. Las compresiones distribuyen de una manera igual los líquidos derramados, favorecen su absorción, dan más fuerza a la coyuntura y a sus ligamentos.
Los movimientos, por último, producen también un efecto mecánico, pues facilitan la circulación de los materiales del derrame. Además, llevados al último extremo, excitan el juego de los músculos y de los tendones, los cuales, hallándose dislocados, pueden, merced a una extensión enérgica, seguida de una relajación instantánea, volver a entrar en las excavaciones de los huecos que habían abandonado durante el accidente.
Una colección sanguínea es tanto más prontamente absorbida cuanto mayor es el número de vasos absorbentes a que está sometida. Es, pues, un bien lo que produce el amasamiento en las torceduras y contusiones, al esparcir por bastas superficies los líquidos derramados.
Del mismo modo, salvo las modificaciones exigida por la forma de la región, si bien siempre sujetándose a las reglas que acabamos de dar, se procederá en el amasamiento de la anca, del cuello, de los dedos, así del pie como de la mano, del hombro, de la rodilla, y de la región vertebral. En todas las articulaciones la operación se compone de cuatro tiempos: fricciones leves, fricciones fuertes, amasamiento y movimiento de la articulación.