PREÑEZ Y PARTO
EXTRACCIÓN DE LA CRIATURA EN VERSIÓN PELVIANA
Siempre es ventajoso el coger ambos pies y conducirlos juntos hacia la vagina; pero no siempre se puede conseguir esto. Cuando no se ha cogido más que un solo pie, se trae hacia la vagina y se le saca de la vulva. Para apoderarse del segundo pie, la mano debe deslizar por el lado externo del miembro que está afuera, hasta llegar a las nalgas. Una vez que los miembros se encuentran desembarazados, agárranse con las manos, y se traen a través del orificio del útero, vagina y vulva, tirando igualmente por ambos pies.
Envuélvense los miembros de la criatura en una toalla y se agarran con las manos, las uñas hacia abajo y los pulgares extendidos, y hácense tracciones suave y paralelamente al eje del estrecho superior. A medida que los miembros de la criatura van bajando, las manos del comadrón deben subir de modo que los pulgares estén siempre cerca de la vulva; cuando el trasero ha descendido a la pequeña pelvis, levántanse los miembros para facilitar la salida de la nalga que está por la parte posterior. Así que el ombligo se manifiesto, preciso es tener cuidado de desembarazar el cordón para evitar su estiramiento, y déjase obrar naturalmente el descenso del tronco, si no hay motivo de acelerar el parto.
Después de mostrarse los sobacos necesario es desembarazar los brazos, a fin de hacer más fácil el paso de la cabeza; principiase por el brazo que está hacia la parte posterior; muchas veces ambos brazos se desenvuelven solos; levántase el tronco si los brazos no se desenvuelven, sostiénese el tronco de la criatura sobre el antebrazo, y, de una parte, con el índice y el dedo mediano de la mano homónima al hombro que está por detras, y con el pulgar de la misma mano, de otra parte, se dobla el brazo sobre el tronco, y el antebrazo sobre el brazo, y se conduce el brazo de la criatura hacia el lado de su plano esternal. La extracción del otro brazo exige igual maniobra en sentido opuesto.
No falta ya sino la cabeza. Supongamos el occipucio debajo de la sínfisis del pubis, la cara en la concavidad del hueso sacro: es el caso más común. Basta muchas veces levantar el tronco, diciendo a la mujer que empuje; pero si la cabeza no está doblada, preciso es acostar el tronco de la criatura sobre el antebrazo del lado izquierdo, introducir dos dedos de esta mano en la boca, para tener un punto de apoyo sobre la mandíbula inferior, y con el índice y el dedo medio de la mano derecha, meter el occipucio en la concavidad del hueso sacro doblando la cabeza, a fin de imitar el parto natural.
Puede suceder que la cara esté vuelta hacia adelante y el occipucio hacia atrás: entonces, si la cabeza está doblada, inclínase el tronco sobre el perineo bajando la cara con los dedos llevados sobre los lados de la nariz; si por el contrario la cabeza no está doblada, será preciso levantar el tronco hacia delante del pubis, dejando el occipucio desembarazarse el primero.
En caso de dificultad para extraer la cabeza, se puede recurrir al fórceps, pero jámas se debe tirar del cuerpo.
