PARÁLISIS Y SUS CAUSAS
PARAPLEGIA
Parálisis de la parte interior del cuerpo, de los miembros abdominales, de la vejiga y del recto.
Puede depender de la alteración apreciable de la médula vertebral; tales son las paraplegias debidas a la mielitis, y la congestión, a la conmoción de la médula, a su compresión resultante de los derrames sanguíneos, serosos o purulentos, de los tumores, luxaciones o fracturas de la columna vertebral.
Todas estas lesiones son ocasionadas por las caídas de lugar muy elevado, o por los golpes directos sobre la columna vertebral. La mielitis, sin embargo, puede también desarrollarse espontáneamente.
Otras paraplegias no van ligadas a ninguna lesión apreciable de la médula: tales son las que se desarrollan bajo la influencia de cualquier enfermedad de los órganos génito-urinarios o de las vísceras abdominales, de una fiebre grave, del frío prolongado, de la diátesis reumática, del histerismo, de la anemia, de las intoxicaciones por sustancias minerales o vegetales; en fin, hay paraplegias que son consecuencia de alguna afección cerebral.
Tratamiento.
Si la paraplegia sobreviene después de la caída de un lugar elevado, emplear sanguijuelas o ventosas escarificadas sobre la región lumbar; cataplasmas de linaza, Baños templados, cateterismo para vaciar la vejiga. Después se recurre a las caldas sulfurosas, y a las fricciones con los linimentos indicados contra las parálisis en general.
Cuando es el resultado de mielitis, aplicar el tratamiento correspondiente a esta enfermedad.
Las paraplegias esenciales y simpáticas, esto es, las que no dependen de lesión apreciable de la médula, se tratan del mismo modo que la parálisis en general.