PARÁLISIS Y SUS CAUSAS
PRONÓSTICO Y NATURALEZA DEL BERIBERI
Cuando la cura debe tener lugar, el edema disminuye poco a poco; los demás síntomas minoran igualmente; los enfermos principian a poder tenerse de pie, y la opresión casi no existe. Vuelve el apetito, cesa la dureza de vientre, reaparecen las orinas, y el pulso recobra su primitiva fuerza. La hinchazón de los tobillos, así como la debilidad de los miembros inferiores, son los síntomas que subsisten más tiempo.
El pronóstico del beriberi, en sus tres formas, es bastante grave. De cincuenta y un casos observados por el Dr. Silva Lima, hubo solo 15 curaciones y 38 muertes. La duración varía desde algunas horas hasta muchos meses.
Anatomía patológica.
Las indagaciones cadavéricas han demostrado los fenómenos siguientes: las membranas de la médula espinal presentaban la inyección considerable de los vasos sanguíneos, y aun algunas equimosis en los puntos de emergencia de las raíces de los nervios; la médula ha presentado siempre cierto grado de reblandecimiento. En los individuos que sucumbieron después de la forma hidrópica, en una de las cavidades de la pleura, a veces en las dos, se encontró un derrame de serosidad que variaba de 300 a 800 gramos; los pulmones estaban congestionados. El corazón comúnmente voluminoso, descolorido, lleno de sangre fluida o cuajada. Cuando durante la vida había existido hinchazón, se encontró en el peritoneo o una acumulación de serosidad que vaciaba de 500 a 1000 gramos, e infiltración del tejido celular subcutáneo.
Naturaleza de la enfermedad.
El Dr. Silva Lima considera la enfermedad como producida por envenenamiento de la sangre, manifestándose ya en los nervios de la vida animal, ya en los de la vida orgánica, o en unos y otros a la vez, dando lugar, en el primer caso, a las perturbaciones de la movilidad y de la sensibilidad, y constituyendo la forma paralítica; en el segundo, a la estagnación sanguínea en el sistema capilar, anasarca, perturbaciones de la circulación general y visceral de las funciones secretorias, etc., o forma edematosa; y en el tercero a unos y otros de estos fenómenos mórbidos simultáneamente, constituyendo así la forma mixta.