Inicio    |    Guia Medica    |    Paralisis y sus Causas

 

.

PARÁLISIS Y SUS CAUSAS

SÍNTOMAS DEL BERIBERI EN FORMA EDEMATOSA Y MIXTA


En la segunda forma de la enfermedad (edematosa) los primeros síntomas que llaman la atención del enfermo, son: respiración fatigosa, aumento del volumen de la parte media de las piernas, acompañado de dolor como reumático, algo de edema y peso en los pies, cansancio de los músculos, sobre todo al subir cuestas o escaleras.

La compresión de los músculos de la pantorrilla es más o menos dolorosa. Después se va manifestando mayor opresión respiratoria, que aumenta con el ejercicio. El ánimo del enfermo principia entonces a afectarse con aprensiones acerca de su estado, y con un desaliento, del cual a veces no hay medio de sacarle.

El edema es duro y un tanto elástico, de modo que la impresión del dedo desaparece en pocos segundos; y de circunscrito que era a las piernas, se extiende a la cara, al tronco, a los brazos, y, por último, a todo el cuerpo, de suerte que algunos pacientes parecen haber duplicado su volumen. A medida que el edema aumenta, sobreviene dificultad de mover las piernas y los brazos, y la disnea va también aumentando. Las orinas merman y el sudor escasea, excepto hacia el fin, cuando la disnea es considerable.

La piel palidece desde el principio, al cabo se pone lívida, y conserva por largo tiempo la marca blanca producida por una compresión hecha lentamente con los dedos. El pulmón se congestiona, el hígado se hace muy voluminoso y sensible a la presión. En estos casos la muerte viene también por asfixia, por congestiones viscerales, y a veces, como el Dr. Silva Lima ha visto en dos autopsias, por embolia de la arteria pulmonar.

En la tercera forma (o mixta) la enfermedad principia ora por la parálisis de las extremidades inferiores, ora por el edema sin parálisis, ora, finalmente, por parálisis y edema simultáneos, siguiendo en progresos algunas veces estos dos síntomas de un modo igual, otras aumentando uno más que otro y prestando así al mal la primera o segunda forma.

Cuando el edema y la parálisis son simultáneos en su aparición y en su marcha, el enfermo experimenta al mismo tiempo entumecimiento en los pies y en las piernas, y embotamiento de la sensibilidad cutánea y debilidad muscular, que llega hasta el punto de imposibilitarle el movimiento de traslación.

Estos síntomas se extienden después a los brazos, el edema invade la cara y todo el tronco. El dolor de la presión sobre los músculos paralizados es también muy notable en esta forma. Los enfermos sienten grande ansiedad y no pueden estar sino reclinados.

En un enfermo afectado de esta forma del mal, el Dr. Silva Lima vio sobrevenir la ceguera completa en veinte y cuatro horas, cerca de ocho días antes de la muerte. La asfixia, por lo común, viene a ser el fin de esta escena de angustias.

Estos tres cuadros sintomáticos son trasuntos de los casos más graves de la enfermedad.

2014 - Guia Médica Siglo XIX. Aviso Legal