HERIDAS Y ÚLCERAS
TRATAMIENTO DE LAS ÚLCERAS
El descanso, la posición horizontal y la limpieza son las principales condiciones de la cura. Lo demás del tratamiento varía según la especie de la úlcera:
1° Úlceras inflamatorias.
Cataplasmas de linaza o de fécula. Baños y lociones con agua tibia. Después de terminada la inflamación, cosa que se conoce por la exuberancia y blandura de las carnes esponjosas, comprimir la úlcera con tiras de esparadrapo común.
La compresión, que generalmente se usa en las úlceras de las piernas, se practica con tiras de emplasto de diaquilón, de la anchura de 2 a 3 centímetros, y bastante largas para dar vuelta y media alrededor del miembro. La parte media de la tira se aplica sobre la porción del miembro opuesta a la úlcera, y ambas puntas se cruzan sobre la solución de continuidad. Cada tira debe cubrir la tercera parte de la anterior; principiase por aplicar la tira inferior. Sobre este aparato, aplícanse compresas y un vendaje circular desde el pie hasta la rodilla. Cuando la supuración es abundante, interpónese un lienzo fenestrado untado con cerato, entre las tiras de emplasto y las compresas. Cambiase el aparato cada dos días en los primeros tiempos, y más tarde, se reemplaza con menos frecuencia. Después de conseguida la cura úsese media elástica o vendaje enrollado, y absténgase de las grandes caminatas.
2° Úlceras callosas.
Cataplasmas de linaza o de fécula. Todos los días tocar las callosidades con piedra infernal. Veces hay en que la cauterización no es suficiente: preciso es cortar las callosidades. Comprimir con liras de esparadrapo común.
3° Úlceras varicosas.
Las úlceras varicosas de las piernas se tratan por la compresión con tiras de esparadrapo. Cuando sobreviene la hemorragia, se aplica primero una chapa de yesca sobre la úlcera, y sobre ella un vendaje circular, desde los dedos de los pies basta la rodilla, después de contener la hemorragia, aplicar tiras de emplasto adhesivo alrededor de la pierna, y por encima el vendaje circular. En cada curación limpiar la úlcera con licor de Labarraque mezclado con agua, o con agua y aguardiente alcanforado. Conviene, además, descansar y tener la pierna en posición elevada sobre un almohadón. Una vez curada la úlcera, tener la pierna comprimida con media elástica.
4° Úlceras fungosas.
Espolvorear con alumbre calcinado, o cauterizar con piedra infernal. Lavar con licor de Labarraque, con solución de cloruro de cal. La compresión con tiras de esparadrapo completará el tratamiento.
5° Úlceras atónicas.
Cortar los bordes despegados. Emplear las aplicaciones siguientes: Solución de cloruro de cal. Licor de Labarraque. Cerato simple. Cerato de esperma de ballena. Glicerado fénico. Hilas empapadas en agua tónica. Ungüento de Arceo. Ungüento digestivo. Ungüento digestivo animado. Ungüento de estoraque. Ungüento de Genoveva. Ungüento de la Mere. Glicerado de ioduro de potasio iodado. Ungüento de tucia. Bálsamo samaritano. Glicerina. Solución de clorato de potasa. Tintura de iodo pura. Polvos antisépticos. Lociones con cocimiento de rosas rojas en vino tinto, con vino aromático. Alumbre calcinado. Solución de nitrato de plata. Cauterización con piedra infernal. Curaciones con agua de creosota. A veces se debe cauterizar hondamente la úlcera a fin de modificar su naturaleza; al efecto se emplea el cáustico sulfo-azafranado, o la pasta cáustica de Canquoin. Los gusanos que a veces existen en las úlceras se quitan merced al mucho aseo, que también impide su reproducción.
