HERIDAS Y ÚLCERAS
HERIDAS DEL ESTÓMAGO Y DE LOS INTESTINOS
Una picadura en estos órganos puede muy bien no ocasionar accidente alguno porque:
1° La punta del instrumento atraviesa oblicuamente la pared intestinal, y entonces las materias contenidas no pueden derramarse.
2° Siendo la herida algo grande, puede suceder que la membrana mucosa forme hernia en la división de las demás túnicas, y sirva de tapón obturante.
3° La herida pequeña se halla en contacto con el peritoneo.
En estos tres casos se hace una exudación a la altura de la herida; sobreviene una peritonitis muy circunscrita, establécense adherencias, y el enfermo sana.
Siendo la herida un tanto ancha, sangre o materias intestinales pueden derramarse en el peritoneo.
Tratamiento.
Si el intestino herido se halla en la cavidad abdominal, sea cual fuere la dimensión de la herida, la expectación está indicada. Sería peligrosa cualquiera exploración de los órganos lisiados.
Si el intestino herido se muestra al exterior, el tratamiento varía según las dimensiones de la herida.
Si la herida es pequeña, de algunos milímetros de extensión, pásase una hebra de hilo en el mesenterio, redúcese dentro el intestino herido, asegúrase por medio de hilo la herida del intestino en frente de la herida de la pared abdominal, retírase el hilo pasadas 48 horas; por último, trátase la abertura de la herida exterior como el ano anormal.
Cuando la herida pasa de un centímetro, preciso es hacer la sutura del intestino, introducirlo después en el vientre, y, por separado, se hará la sutura de las paredes del vientre.
Cualquiera que sea la herida, el enfermo deberá guardar el más absoluto reposa y la más completa abstinencia. Hasta será privado de los líquidos en los primeros días a fin de evitar derrames y hemorragias. Se principiará a darle agua fría, o mejor aun helada, cuando se suponga que existen adherencias í la altura de la herida.