HERIDAS Y ÚLCERAS
CURACIÓN DE LAS ÚLCERAS POR EL INJERTO EPIDÉRMICO
Una porción pequeña de epidermis, de 2 a 3 milímetros, separada de cualquier parte del cuerpo, particularmente de la cara interna del brazo, aplícase sobre la superficie limpia de la úlcera. Se toma con la lanceta, o se levanta con las pinzas, y córtase con tijeras rasando las puntas de las pinzas. Basta conservar en contacto ambas superficies; pero también puede hacerse, como en el injerto vegetal, una incisión pequeña e introducir en ella el fragmento de epidermis.
La úlcera injertada se cubre con esparadrapo, para que el fragmento de epidermis no se disloque: encima se aplica una compresa ligera, o algodón en rama, para conservar calientes los tejidos, y un vendaje, hasta que la nueva vida se establezca. Esto se repite de tres en tres o de cuatro en cuatro días.
Al segundo día la cutícula principia a separarse; al cuarto la inspección descubre solamente una ligera mancha pálida; al sexto manifiéstase un conjunto pequeño de vasos sobre la úlcera. Pasados algunos días, la cicatriz ordinaria está formada.
En ambas superficies conjuntas, la de la epidermis y la de la úlcera, se realiza un trabajo órgano-plástico; el pedazo de epidermis provoca nuevas organizaciones en la granulación de la úlcera.
Si esta es extendida, en vez de uno, se aplicarán dos, tres y más injertos. Al efecto tómase la piel de la cara interna del brazo entre el pulgar y el índice, o con pinzas, y se corta a bisturí una porción de piel, que no sea más espesa que la mitad de una arveja, y con la uña del pulgar se divide en cinco, siete o más partes. Entonces con la punta de una aguja ordinaria se aplican los pedacitos en la superficie de la úlcera, o se implantan por medio de incisiones. Juntamente con la epidermis no se debe quitar la gordura ni ningún tejido subcutáneo.
El trasplante tiene sus vicisitudes; tal y cual vez se malogra el injerto por causa de la piel, de las granulaciones de la úlcera o de la falta de cuidado en las manipulaciones. La nueva piel debe aplicarse a una superficie granulosa.
