FRACTURAS
APARATOS DE EXTENSIÓN CONTINUA EN LA FRACTURA DE FÉMUR
El aparato de Scultet no siempre se opone a la dislocación de los fragmentos. Para evitar esta dislocación, sobre todo en las fracturas oblicuas, conviene ejercer sobre el fragmento inferior una tracción permanente, al mismo tiempo que, por la aplicación de una fuerza que actúa en sentido inverso, se impide que el superior obedezca a dicha tracción. Muchos aparatos han sido imaginados para llenar esta doble indicación.
El más sencillo es el siguiente, que se adapta al aparato de Scultet: Sobre los lados externo e interno de la pierna se aplica una ancha tira de esparadrapo de diaquilon gomado, de modo que su parte media corresponda a la planta del pie excediéndola un poco; así forma una especie de presilla. Asegúrase con otras tiras circularmente dispuestas en torno de la pierna. En el anillo formado por la primera tira se pasa una cinta de cautchuc, la cual se ata al pie de la cama. La contra-extensión se hace por medio de una sábana aplicada en la parte superior e interna del muslo, y atada a la cabecera de la cama. Gracias a la elasticidad del cautchuc, obtiénese una extensión continua, pero suave, gradual, que no es penosa al enfermo, y cuya acción incesante devuelve al muslo su largura normal.
Hay un aparato de extensión continua de Bonnet, consistente en una canal sólida que abraza simultáneamente los dos tercios posteriores del miembro fracturado y los dos tercios posteriores de la pelvis y del abdomen. Por medio de una cuerda y una polea clavada en el techo, el enfermo puede por sí mismo levantarse horizontalmente a una altura más o menos considerable sobre el plano de la cama, lo cual le consiente satisfacer ciertas necesidades sin ocasionar movimientos en los fragmentos del hueso.