FRACTURAS

FRACTURA DE LA EXTREMIDAD INFERIOR DEL FÉMUR

Estas fracturas son bastante raras, a veces producto de choques directos, pero más frecuentemente consecuencia de caídas sobre los pies o las rodillas.

Tratamiento.
Las complicaciones que más frecuentemente acompañan a estas fracturas pueden exigir la amputación; en otros casos, sin ofrecer esta gravedad, son bastante serias para que la anquilosis sea un resultado favorable, y entonces es necesario mantener el miembro, en completa extensión.

En fin, si la fractura es simple, después de haber reducido la desviación, se trata de mantener el miembro en posición encogida o extendida, por medio de los aparatos que hemos señalado en las fracturas del cuerpo del fémur; y en todo caso conviene a los cuarenta días comenzar a imprimir algunos movimientos a la articulación de la rodilla, haciendo todo lo posible para inmovilizar los fragmentos durante la ejecución de estas maniobras.