FORMAS MEDICINALES
INYECCIONES MEDICINALES, SUBCUTÁNEAS, HIPODÉRMICAS
Se denomina inyecciones a los medicamentos líquidos, destinados a ser impelidos hacía ciertas cavidades o canales del cuerpo, y muy especialmente en el canal de la uretra y en la vagina.
Se da también el nombre de inyecciones a las operaciones cuyo fin es el de hacer penetrar dichos líquidos.
El género de inyecciones subcutáneas o hipodérmicas ha llegado a adquirir en estos últimos años una grande importancia en la terapéutica.
Se practican con jeringa especial provista de un trocar que lleva directamente al tejido celular subcutáneo una cantidad tasada de medicamento activo, cuya absorción inmediata da resultados casi instantáneos. La jeringa que se emplea para inyecciones subcutáneas es la de Pravaz, modificada por diversos fabricantes. Su descripción se halla en el Memorial terapéutico, artículo Neuralgia. De tal modo está calibrada, que por cada milímetro recorrido por el émbolo, la cánula expele una gota de líquido.
El modo de operar es de los más sencillos. Lícuase la jeringa con el líquido que se trata de inyectar; la cánula-trocar se introduce a través de la piel, en el tejido celular subcutáneo; y empújase el émbolo tantas divisiones cuantas gotas de líquido se deben inyectar en la capa subcutánea.
Necesarias son algunas precauciones a fin de evitar los accidentes locales que pueden ser consecuencias de estas inyecciones:
1° La cánula debe penetrar bastante lejos en la capa subcutánea, oblicuamente, a 1 centímetro, para que el líquido inyectado no se encuentre cerca de la picadura hecha en la piel.
2° La jeringa y la cánula deben estar muy limpias, y el líquido inyectado debe ser una solución perfecta, que no contenga suspensión ni polvo, ni cuerpo cristalino alguno.
3° El líquido debe hallarse exento de toda causticidad.
4° La cantidad inyectada en un punto no debe pasar de 30 gotas. No teniendo estos cuidados, las inyecciones subcutáneas pueden provocar inflamación local, supuración y hasta gangrena.