FORMAS MEDICINALES

INHALACIONES

Modo de introducir las sustancias medicamentosas por las vías respiratorias. Este modo pone los medicamentos en relación directa con el sitio del mal. Se emplean para las inhalaciones pulmonares, los olores, los gases, los vapores, y los polvos sólidos o líquidos. Hácense en una sala llena de vapores, o por medio de un tubo, de un frasco, de un aparato especial.

Las inhalaciones de brea y de ácido fénico se practican poniendo un plato con dichas sustancias sobre la mesa del dormitorio; se emplean en el asma, en la bronquitis crónica y en la tisis. Hay un nuevo sistema de inhalación, en el cual se hace respirar el agua medicamentosa reducida a polvo, o pulverizada por aparatos especiales.

La pulverización de las aguas medicamentosas, destinadas a la inhalación, se practica generalmente en los establecimientos termales. Sobre todo las caldas sulfurosas son las que se emplean pulverizadas, en inhalaciones, contra la laringitis, bronquitis, angina faríngea y tisis.

Para hacer inhalaciones de agua pulverizada, el enfermo está todos los días con la boca abierta durante una hora delante de un aparato pulverizador en ejercicio, o permanece en una sala llena de polvo de agua medicamentosa producido por un mecanísmo apropiado. En ciertas caldas, en las de Royat y Mont-Dore (Francia) en particular, las inhalaciones se emplean siempre de agua mineral hirviendo, cuyos vapores llegan por los agujeros del suelo a una sala en donde están reunidos los enfermos. Los aparatos para pulverizar los líquidos son muy variados; algunos pueden ser empleados en casa de los enfermos.

Las inhalaciones de los vapores medicamentosos pueden también hacerse por medio de un aparato representado que se compone de un frasco de vidrio dividido, por la parte más angosta, en dos compartimientos, y destinado a recibir las sustancias que se deben evaporar y un canuto en forma de embudo, por el cual penetra el aire exterior, y el cual sirve también para introducir los medicamentos; o de un tubo cuya extremidad libre se aplica a los labios que aspiran los vapores. Los líquidos que se introducen en el frasco, y cuyos vapores deben dirigirse a las vías respiratorias, son: el agua de Labarraque, la tintura de iodo, la solución de ácido fénico, el agua de brea, etc. Algunos de estos líquidos se volatilizan a la temperatura ordinaria; necesario es calentar otros a la llama de una bujía.