FORMAS MEDICINALES
EMPLASTOS CON Y SIN INTERMEDIO DE AGUA
1° Emplastos preparados con el intermedio del agua.
Los aceites vegetales no todos son igualmente propios para la preparación de los emplastos. Los aceites naturalmente mucilaginosos, o los que vienen a serlo por medios artificiales, producen emplastos poco consistentes, de todos los aceites, el de olivas merece la preferencia: produce un emplasto poco colorado y de consistencia conveniente. El aceite de ricino da un emplasto sólido, pero menos blanco. Con la manteca de cerdo el emplasto es más viscoso que el producido por el aceite de olivas. Entre todos los óxidos de plomo, el litargirio es el más conveniente para la preparación de los emplastos.
Hé aquí el modo de preparación: Derrítanse los cuerpos grasos; añádaseles el litargirio pulverizado, y después un poco de agua hirviendo. Caliéntese para entretener la mezcla hirviendo, y revuélvase con espátula de madera hasta que la mezcla llegue a adquirir la consistencia necesaria, lo cual se conoce cuando un poco de masa, amasada en agua fría, no se pega a los dedos. Se conoce que este momento se aproxima, cuando la mezcla pierde su color primitivo y cuando levanta. Durante el tiempo de la operación, añádanse de vez en cuando cantidades de agua caliente proporcionadas a las que se evaporan. Gracias a esta precaución indispensable, la temperatura no excede los 100 grados, y el emplasto no puede quemarse. Hallándose accidentalmente evaporada toda el agua, si se quisiera añadir nueva porción de este líquido, convendría dejar enfriar el emplasto; pues, habiendo pasado su temperatura de 100 grados, el agua puesta en contacto con aquel seria inmediatamente reducida a vapor, y, desarrollándose con violencia, produciría la explosión de la materia, no sin peligro para el operador. Cuando la saponificación está ya terminada, y el emplasto casi frío, amásase con las manos mojadas para separar el agua cargada de glicerina, y hácense los magdaleones.
2° Emplastos preparados sin el intermedio del agua, o quemados.
Una sola especie de emplasto quemado es la que aun se usa en la actualidad: el ungüento de la madre Tecla o de la Mere, que es un verdadero emplasto.
Emplasto fusco, rojo, quemado, o Ungüento de la Madre Tecla de la Mere (Cód. fr.).
Aceite de olivas 1000 gramos
Manteca de cerdo 500 gramos
Manteca de vacas 500 gramos
Cera amarilla 500 gramos
Litargirio en polvo fino 500 gramos
Sebo de carnero 500 gramos
Pez negra purificada 100 gramos
Pónganse todas las materias grasas en una cablera grande de cobre, y caliéntense hasta que desprendan vapores; añádase entonces por porciones el litargirio pulverizado, agitando continuamente .con espátula de madera. Manténgase la mezcla al fuego agitando continuamente, hasta que tome un color moreno oscuro; entonces añádasele la pez negra purificada. Cuando el emplasto esté casi frío, guárdese en tarros o bien en moldes de papel. Se emplea como madurativo en los abscesos.