FORMAS MEDICINALES

ESPADRAPOS, ESPARADRAPOS

Son pedazos de paño de hilo o de algodón sobre los cuales se extiende de un lado cualquier sustancia emplástrica. Prepáranse fijando bien el paño, y extendiéndolo de modo que quede sin arrugas y bien tendido, echando sobre él el emplasto medio derretido; repartiéndolo con igualdad por medio de un cuchillo o espátula de madera, de marfil, de metal, o con el instrumento llamado espadrapero. El carácter esencial de esta preparación es que el paño sea lo más liso posible; que el emplasto quede extendido con uniformidad, teniendo el mismo espesor por toda su extensión; que sea suficientemente pegajoso y flexible, y que pueda ablandarlo el calor de los dedos.

El espadrapero se compone de una tabla gruesa, con una chapa de hierro embutida en parte de su superficie. En la extremidad de la chapa, a pocas líneas de distancia de su borde, se elevan en ambos lados dos piezas de hierro cuadrangulares. Estás piezas dejan entre sí un espacio suficiente para introducir, cuando se quiera, una regla plana de hierro con un corte oblicuo en el borde inferior. Cuando se quiere operar, derrítese la materia emplástrica, caliéntase la chapa del espadrapero, pónese sobre ella el tejido, colócase la regla en su lugar, colocando debajo de cada una de las extremidades un pedazo de cartón del espesor de 3 a 4 milímetros: además de esto, es preciso que el corte oblicuo del borde inferior de la regla quede del lado opuesto al operador. Dispuestas las cosas de este modo, el operador toma la tela con la mano izquierda, lo más cerca posible de la regla, en la cara anterior; vierte con la derecha la materia emplástrica junto a la regla en la cara posterior, de modo que cubra toda la largura del tejido; tira de este tejido levantando la mano de modo que forme un ángulo de 30° con el plano de la mesa, y continúa a verter de tiempo en tiempo un poco de emplasto. Se puede encomendar a un ayudante el cuidado de tirar de la tela. Después de algunas horas de exposición al aire córtanse las dos extremidades y los bordes del paño, y se arrolla sobre sí mismo sin apretarlo.

Uno de los cuidados importantes en la preparación de los espadrapos, consiste en la elección de los tejidos. Si se emplea el lienzo, debe ser de hilos chatos. El paño de algodón no debe ser ni muy fino ni muy liso; tampoco debe estar engomado; puede igualmente servir crudo teniendo por lo menos de un lado algo de pelusa. Está pelusa sirve para retener el emplasto más fuertemente.

Espadrapo común o Espadrapo de diaquilón gomado (Cód. fr.).
Emplasto de diaquilón gomado Cantidad suficiente.
Lícuese a un fuego suave y extiéndase en tiras de lienzo por medio de un cuchillo caliente o del espadrapero. Este espadrapo se debe renovar a menudo. El esparadrapo común cortado en tiras, sirve para dar puntos falsos en la curación de las heridas.

Espadrapo de cola de pescado. Espadrapo inglés o tafetán.
Cola de pescado 50 gramos
Agua común 400 gramos
Alcohol de 60° 400 gramos
Córtese la cola de pescado en trozos pequeños, y macérese en la cantidad de agua prescrita durante veinticuatro horas. Añádase el alcohol, y caliéntese al baño maría en vasija cerrada: cuando se haya operado la solución, cuélese por lienzo. Tiéndanse en un bastidor bandas de tafetán negro, rosa o blanco, según el color que se quiera dar al tafetán inglés. Cúbraselas por medio de un pincel con una capa del líquido gelatinoso mantenido líquido por un suave calor. Déjese secar, y continúese aplicando capas de la misma disolución hasta que el tafetán esté bastante cargado. Cuando esté seco, córtese en hojas rectangulares.
Del mismo modo se prepara la tripa engomada.
El encerado inglés sirve para reunir los bordes de las heridas pequeñas. El tafetán de color de rosa es preferible al negro, porque éste, aplicado sobre la herida, a veces deja una marca negra indeleble, a causa de la materia colorante que se ha introducido debajo de la piel.