FIEBRES

FIEBRE PESTILENCIAL O PESTE

Enfermedad contagiosa, endémica en el Oriente, en muchas ocasiones epidémica.

Sus síntomas son:

Calofríos, cefalalgia, vértigos, insomnio o coma, delirio, pulso frecuente, débil, piel ardiente y sed, respiración jadeante, lengua húmeda y blanca, náuseas, vómitos, dureza de vientre en algunos enfermos; en otros evacuaciones alvinas fétidas, amarillas o negras; la orina varía mucho en el color y la cantidad.

En una época dada de la enfermedad se manifiestan, en las diversas partes del cuerpo, bubones, furúnculos, carbunclos o petequias.

Tratamiento.

Tártaro emético. Limonada de limón, de naranja y otras bebidas atemperantes. Pociones con éter sulfúrico. Alcanfor. Píldoras antisépticas. Lavativa de almizcle.

Rociar el cuarto del enfermo con agua fénica. Tónicos. Vinos generosos.

Abrir los bubones tan luego como la fluctuación sea manifiesta. Curar los carbunclos con vino aromático, agua fénica, o polvos de quina y carbón.