FIEBRES
TRATAMIENTO DE LA FIEBRE PESTILENCIAL
En el tratamiento de esta enfermedad se han obtenido buenos resultados por el empleo del suero antipestoso (Roux y Yersin). Este suero es preservativo y curativo. Se conserva bien y soporta sin alterarse el transporte y la temperatura elevada de los países cálidos.
Puede empleársele preventivamente, por ejemplo cuando se declara un caso de peste a bordo de un barco o en una casa: entonces es prudente inyector 10 centímetros cúbicos de suero a todas las personas expuestas al contagio.
En cuanto a su acción curativa es tanto más eficaz cuanto la intervención es más próxima al comienzo de la enfermedad.
Las inyecciones hipodérmicas de suero antipestoso hacen que desaparezca la fiebre rápidamente y en general en unas cuantas horas. Decrece también con rapidez la hinchazón de los bubones o ganglios.
Es preferible comenzar por la inyección de fuertes dosis de 20 a 30 centímetros cúbicos; si no se produjese mejoría, de una manera pronta, después de la primera inyección, no hay que vacilar en hacer otra, y luego otra hasta que desaparezcan completamente la fiebre y los síntomas generales y locales.
En general se obtiene la curación rápidamente.