ENFERMEDADES DEL SISTEMA URINARIO
ESTRECHEZ DE LA URETRA
Puede ser simplemente espasmódica, o depender de lesión orgánica.
En el primer caso la estrechez es comúnmente pasajera.
En cuanto a las estrecheces orgánicas, estas son estados mórbidos de las paredes del canal, que disminuyen la anchura y extensibilidad hasta oponer un obstáculo a la salida de las orinas, obstáculo permanente, más o menos considerable.
Las causas de las estrecheces orgánicas son:
1° Las heridas, las contusiones con rotura del canal, las ulceraciones: todas estas lesiones son seguidas de cicatriz.
2° Las flamaciones blenorrágicas del canal de la uretra, que acaban por aumentar el espesor de la membrana mucosa, y por formar un tejido nuevo que se contrae como las cicatrices; este tejido es bastante elástico y deja pasar la sonda, lo cual hace creer que la curación está completa, pero vuelve a contraerse de nuevo con bastante rapidez.
3° Las cauterizaciones, e inyecciones demasiado cáusticas.
La dilatación, cauterización, escarificación e incisión han sido propuestas contra las estrecheces orgánicas.
La dilatación practicada por medio de bujías debe ser adoptada como método general; las otras operaciones son para los casos excepcionales.
La cauterización nunca debe ser empleada para destruir los tejidos, sino para modificarlos. Solo conviene cuando el calibre del canal se halla reducido por las fungosidades, por la hincharon de la membrana mucosa; y siempre deberá ser superficial. La cauterización, considerada como medio destructor, está hoy abandonada por los profesores que más la han sostenido.
Cuando la estrechez impide el paso de las sondas pequeñas, un medio precioso de contribuir a la dilatación es el de las inyecciones forzadas durante algunos días. Hé aquí uno de los medios más ventajosos de practicar la dilatación: Introdúcese una bujía cónica tan fina cono lo exija el estado del órgano. Una vez introducida, en lugar de retirarla o de dejarla quieta por algunas horas, comunícansele, después de extender el miembro genital, movimientos de vaivén repetidos, horizontales o verticales, hasta diez, veinte y treinta veces. La bujía, apretada al principio, adquiere soltura; sustituyese entonces por otra más gruesa, y a esta se sigue un instrumento de gran calibre. A los movimientos horizontales y verticales únese muchas veces un movimiento de rotación.
Las estrecheces espasmódicas ceden a los baños generales templados y de larga duración, o a la introducción en el canal de la uretra de la bujía cubierta con pomada de belladona.
