ENFERMEDADES DEL SISTEMA URINARIO

DIABETES, GLICOSURIA U ORINAS AZUCARADAS

Excreción abundante de orina azucarada, pálida, más pesada que en el estado normal, y la cual contiene azúcar de fécula; acompañada de buen apetito, sed inextinguible, y enflaquecimiento progresivo.

El peso de la orina de los diabéticos varía de 1,020 a 1,074; tiene sabor dulce y espuma cuando es agitada. En el estado normal la orina tiene sabor salino y amargo, y pesa 1,005 a 1,030.

Al principio no se puede conocer el diabetes, y su aparición, siempre ignorada, no se manifiesta sino muy tarde por una gran debilidad muscular, sed, hambre insaciable, digestión difícil, sequedad de la piel, debilitamiento de la vista, frecuentes emisiones de orina pálida, azucarada y pegajosa.

Debe suponerse afectada de diabetes toda persona que tiene mucha sed y que enflaquece sin motivo apreciable: conviene examinar sus orinas.

Muchos modos hay de reconocer la existencia del azúcar en la orina, introdúzcanse 3 o 4 c. c. de licor de Febling en un tubo de ensayo. Elévese la temperatura hasta ebullición por medio de una lámpara de alcohol. Añádase 1 c. c. de orina. Caso de que haya azúcar se formará un precipitado rojo.

Hé aquí otro modo: Introdúcese, en la orina contenida en un tubo de vidrio, una cantidad igual de solución acuosa de potasa cáustica, y caliéntase a la llama de una lámpara de alcohol. Tan pronto como el liquido diabético entra en ebullición, toma color rojo encendido, que no presentan otras orinas sometidas a la misma experiencia.

El diabético no tiene lesión anatómica; la autopsia únicamente hace conocer ciertas congestiones del hígado, del estómago y de los riñones; las demás alteraciones son puras coincidencias.