ENFERMEDADES DEL SISTEMA CIRCULATORIO
CANTIDADES DE HIERRO EN LA SANGRE
En ciertos puntos hay grandes diferencias en los análisis de los sabios que se ocuparon en la cuestión de la cantidad de hemoglobina y de hierro que contiene la sangre.
Polouse halló que la sangre de buey y de cerdo eran ricas en hierro en proporción media de 514 y 540 miligramos por 1000 gramos, mientras cita Boussingault las cifras 375 y 634, según las cuales sería la sangre de cerdo 1,69 veces más rica en hierro que la de buey.
Fundándonos en los análisis de Becquerel y Rodier, Pelouse, Hoppe, Seyler Preyer, Andral y Gavarelt, Kossel y Otto, se puede considerar que la riqueza en hierro de la sangre de hombre, de buey, de cerdo, de caballo y de perro no se aparta mucho de una proporción de 540 miligramos por cada litro de sangre, correspondiendo pues a 127 gramos de hemoglobina. Contiene la hemoglobina 42 a 43 centigramos de hierro por 100 gramos.
Cuando por cualquier causa: disposición natural, excesos, hemorragias de cualquier naturaleza, convalecencias de graves enfermedades, residencia en países cálidos, etc., va disminuyendo la proporción de hierro que la sangre contiene, el enfermo padece anemia, caracterizada por el enflaquecimiento, falta de apetito, indisposición de estómago, juntándose a estos síntomas, en las mujeres, la irregularidad y a veces la supresión de la menstruación, y por fin todos los accidentes del estado nervioso.
La anemia es una afección de los glóbulos sanguíneos, alterándose éstos y destruyéndose por falta de hierro. Constituyen estos glóbulos la parte vital de la sangre, En el individuo en estado perfecto de salud, se hallan aproximadamente 5 millones de ellos por milímetro cúbico de sangre (25 billones por cucharadita); en el anémico puede bajar este número hasta 300,000 por milímetro; de este número abajo la vida es imposible.
Es ya muy antigua la idea de hacer absorber hierro a los anémicos para cumplir la cantidad que necesita su organismo; pero es preciso dar el hierro a los enfermos de modo que pueda asimilárselo la sangre.