ENFERMEDADES DE LA PIEL
TRATAMIENTO DE LAS VIRUELAS
Tratamiento de las viruelas regulares.
Dense al enfermo bebidas emolientes frías, tales como el cocimiento de arroz, de cebada, infusión de flores de malva, 481, dulcificadas con azúcar o jarabe de goma; también se puede dar a beber agua fría simple; se le colocará en un cuarto espacioso, mudándole la ropa a menudo; se le resguardará del frío, sin sobrecargarle de peso; se cuidará de su aseo, de la renovación del aire, abriendo puertas y ventanas de cuando en cuando, y se evitará el calor de una temperatura elevada. Caldos de gallina por todo alimento en los primeros días; mantener el vientre arreglado con lavativas de linaza. Lavar los ojos con cocimiento de linaza; usar de gargarismos con agua templada y miel rosada. Contra el insomnio 15 a 30 gramos de jarabe diacodion o 15 gotas de láudano de Sydenham. Baño general de agua templada simple al fin del período de desecación, para auxiliar la caída de las costras y hacer cesar la comezón; las unciones con aceite de almendras dulces son útiles con el mismo objeto. En el momento de la erupción, las pústulas que se manifiestan en el borde libre de los párpados, o sobre la conjuntiva deben ser cauterizadas con piedra infernal a fin de evitar las oftalmias consecutivas tan graves en las viruelas. En el período de la seca, tratar cuidadosamente las colecciones purulentas, y abrirlas a lanceta con el fin de evitar la reabsorción.
Diversos medios han sido propuestos para hacer abortar las pústulas:
1° Cauterización de las pústulas con piedra infernal, entre el primer y tercer día de su erupción. Este medio, actualmente casi abandonado, ha quedado únicamente como bueno para las pústulas del borde ciliar de los párpados o de los ojos.
2° Aplicación del emplasto mercurial de Vigo en la cara, con aberturas para la boca, nariz y ojos; o fricciones con ungüento mercurial en la misma región, en los primeros días de la enfermedad, a fin de impedir el desarrollo de las pústulas y evitar las huellas que estas suelen dejar. Este medio es bueno.
3° Vacunación en el brazo; 40 a 50 picaduras en las diferentes partes del cuerpo, con lanceta mojada en vacuna, en el principio de la enfermedad, Este medio ha sido desechado por no haber producido los buenos resultados que se esperaban.
Tratamiento de las viruelas confluentes, irregulares, malignas.
Si predominan los síntomas atáxicos, se recurrirá a los antiespasmódicos (castóreo, almizcle, alcanfor, asafétida, etc.).
Si predominan los síntomas adinámicos se emplearan los tónicos, y sobre todo las preparaciones de quina, y los vinos generosos. Acetato de amoniaco. Poción sudorífica simple, Poción de percloruro de hierro. Poción sudorífica de Foy.
Si se manifiesta la hemorragia en la boca, se echará mano de los astringentes. Preparaciones de ratania. Poción astringente. Gargarismo astringente. Limonadas de limón, de naranja. Cocimiento antiflogístico de Stoll. Emulsión alcanforado-nitrada. Píldoras antisépticas.